Alexander Zverev: la historia del próximo escollo de Jarry que le dobló la mano a los médicos que liquidaban su carrera deportiva
El tenista alemán no dejó que los informes de los doctores le quitaran su sueño de ser tenista, luego de que se le diagnosticara diabetes tipo I cuando era niño. En su memoria la grave torcedura de tobillo que sufrió en el principal torneo de arcilla el año pasado. Este viernes, enfrenta al chileno en el Halle Open.
Una hora y 16 minutos. Eso le bastó a Alexander Zverev para superar al canadiense Denis Shapovalov (27° en el ranking de la ATP) y avanzar a los cuartos de final del ATP 500 de Halle (Alemania).
Con parciales de por 6-2 y 6-4, el número 22 del mundo ratificó su condición de local y llega en buena forma al emparejamiento con el chileno Nicolás Jarry (28°). Duelo que se dará este viernes, en horario a confirmar, y que servirá para desempatar el registro de enfrentamientos que existe entre ambos jugadores.
Estadística que los tiene igualados a dos y cuyo último capítulo se escribió en el ATP de Ginebra, dónde el nacido en Santiago lo derrotó por 7-6(3) y 6-3. Victoria que fue una verdadera revancha para el capitalino, pues el europeo lo había sacado de la misma competencia un año antes. “No me acuerdo de ese partido, pero yo creo que sí o sí la consistencia fue la clave de este partido y estoy mucho más consistente que en años pasados. Creo que eso fue un punto a favor mío”, declaró Jarry tras su triunfo.
Pero el Príncipe sabe que a Zverev no le importan los números y menos los pronósticos. El hombre que ha conseguido 19 títulos en el circuito ATP y que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio (2021) está acostumbrado a pelear contra la adversidad.
De hecho, la lucha que debió dar para ser deportista de elite es reconocida por sus rivales. Cuando aún era un niño, los doctores le diagnosticaron diabetes tipo 1. “Mis padres estaban muy asustados. Estaban muy preocupados y mi madre lloró mucho”, contó el alemán en la cadena de televisión australiana Channel Nine.
Allí también reveló que los galenos le recomendaban detenerse y que muchos le afirmaron que “no hay forma de que puedas ser atleta profesional con esta enfermedad. No hay forma de que puedas jugar un deporte tan duro físicamente... Y eso quedó grabado en mi cabeza, me enfadó bastante, para ser honesto. Pero no creo que se deba poner ningún límite a los niños, porque creo que no es justo para ellos”.
Por lo mismo, una vez que se consagró en las canchas, creó una fundación que incentiva a los más pequeños para que no se dejen vencer por ninguna enfermedad y normalizar la diabetes. “Ese fue el objetivo de mi fundación: enviar un mensaje de que puedes tener una vida normal, pues hay muchos medallistas de oro olímpicos con diabetes y grandes futbolistas también”, destaca.
Un año para el olvido
La vida de Sacha cambió para siempre el 2022. Es que el tenista vivió durante este periodo dos de los momentos más oscuros de su carrera: primero fue acusado de violencia doméstica y luego sufrió una grave lesión en Roland Garros.
La denuncia la realizó su expareja Olya Sharypova y los hechos se habrían producido durante el Masters 1000 de Shangai en 2019 y en otras locaciones como Montecarlo, Nueva York y Ginebra. Por lo mismo, la ATP contrató los servicios de la una empresa investigadora externa que realizó extensas entrevistas a los tenistas en cuestión, a sus familiares, amigos y partes involucradas en circuito. También analizaron mensajes de texto, archivos de audio, fotografías y diversos dispositivos electrónicos para dar su veredicto: inocente.
“Basándonos en la ausencia de pruebas o de testimonios fiables, así como en las declaraciones contradictorias de (la presunta víctima Olya) Sharypova, de Zverev y de otras personas interrogadas, los investigadores no han podido corroborar que las acusaciones de actos violentos están fundadas”, comunicó la ATP en enero pasado.
Mismo mes dónde el tenista volvía a las canchas, tras la grave lesión que sufrió en Roland Garros y que paralizó al mundo del deporte. Zverev se enfrentaba a Rafael Nadal y en el segundo set sufrió una impactante torcedura de tobillo que lo sacó por seis meses de la cancha.
“Después de un examen más detenido en Alemania, recibimos la confirmación de que los tres ligamentos laterales de mi tobillo derecho estaban desgarrados. Para volver a la competencia lo más rápido posible, para asegurar que todos los ligamentos sanaran correctamente y para recuperar la estabilidad total en mi tobillo, la cirugía fue la mejor opción”, comunicó días después.
Pero sus gritos desgarradores ya habían quedado en la memoria de los amantes del tenis y su imagen, retirándose de la cancha con muletas había dado la vuelta al mundo. La dolencia, sin embargo, no lo derrotó. Y su regreso a París fue más que exitoso, pues si bien no ganó, llegó a semifinales y borró para siempre la peor experiencia de su vida profesional.
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