El alemán Alexander Zverev (4°) sigue coronando una temporada de ensueño. El campeón olímpico se impuso por 7-6 (6), 6-3 y 6-4 al sudafricano Lloyd Harris (52°) y disputará nuevamente las semifinales del Abierto de Estados Unidos.
Las mayores dificultades que enfrentó el europeo estuvieron en el primer set, donde su rival estuvo con un quiebre arriba e, incluso, dispuso de un punto de set en el tie break. Sin embargo, no supo aprovechar esas oportunidades y Sascha salió de una situación muy incómoda.
La frustación de Harris fue tan grande que lanzó dos botellas a la cancha, las que estaban abiertas, derramando el líquido en la cancha, por lo que el comienzo del segundo parcial estuvo detenido por varios minutos mientras limpiaban la superficie.
Una vez reanudado el juego, el finalista de la última edición se mostró mucho más firme y logró imponer toda su jerarquía para timbrar su acceso a la ronda de los cuatro mejores, donde se medirá con el ganador del partido que disputaran esta noche el número uno del mundo Novak Djokovic y el italiano Matteo Berrettini (8°). En tanto, la otra semifinal ya está armada y la animarán el canadiense Felix Auger-Aliassime (15°) y el ruso Daniil Medvedev (2°).
“Estaba sacando increíble, especialmente en el primer set. Quiero decir, no tuve muchas oportunidades con su servicio y de alguna manera logré ganar el primer set, me relajé un poco y comencé a jugar mucho mejor”, explicó Zverev, quien además valoró el apoyo del público: “Jugué la final aquí el año pasado frente a exactamente seis personas. Eso fue un poco extraño para mí, pero es increíble tener de regreso a la gente de Nueva York. Creo que la energía del estadio, la energía de la gente, la echamos de menos durante más de un año en todo el mundo”.
Lo curioso de la victoria del alemán es que ayudó a Christian Garin, ya que Harris era el único que podía superar al chileno en el ranking. Así, Gago aparecerá el lunes en el puesto 17 del mundo, el más alto de su carrera.