Tremendo triunfo del Arsenal ante el Tottenham, su clásico rival. En esta nueva versión del derby de Londres, un clásico con más de 100 años de historia, los Gunners vencieron por 2-0 con goles de Mustafi y Alexis Sánchez.
Una victoria merecida, que comenzó a gestarse desde lo anímico. La presión con la que salieron los dirigidos de Arsene Wenger marcó una tendencia presente a lo largo de todo el partido. La alta presión de los cañoneros no permitía la salida limpia de los Spurs, que erraron en algunas ocasiones al intentar salir jugando desde la defensa.
Wenger, a diferencia del anterior partido contra el Manchester City, apostó por el tridente que desean ver los fanáticos en el Emirates Stadium: Alexis, Özil y Lacazette. Y funcionó, con el delantero francés como el más peligroso. El tocopillano no tuvo gran participación en el primer tiempo en cuanto a jugadas de peligro, ya que tal aspecto recayó más en el alemán y en el galés Ramsey, que inquietó bastante a la zaga visitante con sus pases filtrados.
Pero en un partido así, y teniendo en cuenta el gran momento que pasa el cuadro de Mauricio Pochettino, también hubo situaciones que pusieron en jaque a la defensa cañonera. A los 31' un buen tiro del danés Christian Eriksen y solo dos minutos después un cabezazo ajustado de Harry Kane fue bien contenido por Petr Cech.
Sería tras aquellas jugadas, a los 36', que vendrían los goles del Arsenal. Al chileno se le concedería una falta discutible en la zona izquierda de la cancha. Özil sirvió la falta con un centro preciso a la cabeza de Mustafi, cuyo testazo se fue al palo contrario de Hugo Lorris. La algarabía se desató en el Emirates, ya que era un premio al buen fútbol desplegado por los Gunners.
Solo cinco minutos más tarde vino el tanto del Niño Maravilla. Su nuevo compañero Lacazette centró al área chica desde la banda derecha tras recibir un buen pase filtrado, para que el goleador histórico de la Roja controlara de buena manera y definiera a quemarropa casi dentro del arco. Lo gritó con todo.
El segundo tiempo comenzó con los Spurs atacando con todo. No obstante, la aplicación de los jugadores de la zaga Gunner, y la presión ejercida por la zona más adelantada, cubrieron todas las zonas de peligro. Y como era de esperarse, tal arrojo dejó vacíos en la defensa del Tottenham que flamante trío de Wenger intentó aprovechar, pero que no pudo concretar. El mismo Alexis tuvo dos mano a mano con Lloris, aunque esta vez el francés salió victorioso.
Así, el Arsenal se quedó con un partido histórico e importante en sus aspiraciones al título de la Premier League. Una victoria que les da respiro ante las críticas y que los mantiene en la parte alta del torneo inglés.