Marcelino Núñez, para muchos el mejor jugador del Campeonato Nacional 2021, fue al sacrificio en Asunción. Pegado a la banda derecha, disfrazado de carrilero, correteando a Miguel Almirón, el mejor del rival, y arreglándoselas para contribuir en el ataque. Le costó en un comienzo, era lógico, pero después tomó confianza y terminó siendo uno de los puntos altos en el triunfo por 1-0, que dejó a la Selección entre los cinco mejores de las Eliminatorias rumbo a Qatar 2022.
Todos quedaron contentos con Marcelino. Martín Lasarte, quien lo llenó de elogios en la conferencia de prensa posterior. La prensa especializada y los fanáticos de la Roja. Pero lo más importante es que dentro del plantel, el futbolista de 21 años se ganó el respeto de sus compañeros y, especialmente, de los referentes. Lo demostró Alexis Sánchez, en su poco habitual festejo que exhibió por Redes Sociales, donde uno a uno fue pidiendo algún tipo de expresión a los otros jugadores.
Puesto por puesto, Sánchez recorrió todo el vestidor para mostrar a sus coequipos y a parte del staff que asiste a la plantilla nacional. Se tomó un tiempo extra, sin embargo, cuando llegó al cubículo de Marcelino Núñez, quien simbólicamente jugó el jueves con la camiseta número 10. Al cruzado le dio la mano y lo felicitó, lo que no hizo con ningún otro. Fue como darle su bendición al futbolista de mayor proyección del torneo nacional. Y Núñez, con timidez pero con la sonrisa de siempre, reaccionó con orgullo y felicidad.
El volante, sin duda, se ganó un lugar en la selección chilena. Lo refrendan desde la interna, donde reconocen sus capacidades para entrenar y su “talento que lo distingue” del resto. No es casualidad que Lasarte lo haya ubicado en los puestos del camarín al lado de Sánchez y Arturo Vidal, separados solamente por Enzo Roco. Núñez es uno de los íconos de lo que en el cuerpo técnico describe como “regeneración” del Equipo de Todos.
Lasarte lo expuso abiertamente, ya está dicho: “Lo hemos citado siempre. Le hemos dado situaciones complicadas, la de hoy lo era. Hizo un gran partido. En los primeros minutos la ansiedad le jugó una mala pasada, pero después lo hizo muy bien”, apuntó Lasarte, quien se detuvo en un señal muy importante que le dejó el partido en Asunción, tras describir la participación que tuvo Marcelino en el juego de mediocampo, pese a que se paró una función poco conocida por él. “Lo que firma esto es la confianza que le tienen sus compañeros a Marcelino”, destacó.
Así como Ben Brereton entró bien entre los pesos pesados de la Generación Dorada, el mediocampista cruzado va por el mismo camino. No se agranda con los elogios y no se echa a morir cuando recibe un reto de los más grandes. Así ocurrió, por ejemplo, cuando Claudio Bravo lo reprendió duramente después de un desborde de Almirón que terminó con un centro bajo y la contención del capitán. Tras reincorporarse y hacer circular la pelota, el arquero recriminó a Núñez por no haber regresado cubrir su puesto. El jugador cruzado asintió, volviendo inmediatamente a posiciones defensivas.
Uno que conoce bien el camarín de Chile, aunque ya no es parte del proceso, es Jorge Valdivia, comentarista de ESPN. El Mago reconoció que tenía dudas sobre el nivel que podía ofrecer el jugador de la UC, tomando como base su rendimiento en partidos más exigentes, como los clásicos. Sin embargo, confesó Valdivia, Núñez le demostró otra cosa: “La verdad es que jugó muy bien. El ‘Chuequito’ (Eugenio Mena) se proyectó más por la izquierda, pero se entiende porque Marcelino no se acomoda mucho a esa posición, la desconoce. Pero hizo un buen partido, un partido inteligente”, reconoció uno que llevó la 10 antes que el cruzado.
Siendo niño, Núñez ya soñaba con jugar por la Selección y defender a Chile en un Mundial. Hoy ya logró lo primero y, aunque todavía el margen de error es menor, está un poco más cerca de lo segundo. “A la Selección quiero llegar sí o sí, pero hay que pelearla”, le contaba a El Deportivo en una entrevista de mayo de este año. La evolución del Novio desde aquellos días ha sido sorprendente y no son pocos los que lo ven emigrando del fútbol criollo al final de esta temporada.
Ese es otro paso que le resta a Marcelino, quien es destacado por sus pares como una persona extremadamente centrada. Quizás por eso ya se ganó a los referentes de la Roja. Por su talento, su entrega y la sonrisa con la que siempre juega. La misma que distinguía al juvenil Alexis Sánchez cuando despuntaba en una cancha.