Alexis Sánchez agranda la historia chilena en el Inter de Milán. El Niño Maravilla pone fin a una magra estadía en el Manchester United y llega a un gigante italiano que en su existencia se ha transformado en una tierra particularmente fértil para los futbolistas chilenos. Un antecedente que, al menos desde el plano del subconsciente, deben haber sopesado los dirigentes nerazzurri cuando pensaron en el tocopillano para reforzar el ataque de la escuadra de Antonio Conte.
El primer nacional en vestir la camiseta del club fue Iván Zamorano. Bam Bam había culminado su también exitoso paso por el Real Madrid y en el fútbol italiano confirmó los pergaminos que había cosechado en su paso por los merengues. Su producción en las redes rivales se elevó a 40 goles en 148 encuentros. También fue clave para la obtención de la Copa UEFA de 1998. Y dejó otro recuerdo para la posteridad: cuando el Inter contrató a Ronaldo y el brasileño optó por usar la camiseta número nueve, Zamorano ideó una fórmula inolvidable: el 1+8.
El paso de Bam Bam por el Giuseppe Meazza y la relación que forjó con la familia Moratti, entonces propietaria de la institución, sirvió como aval para el fichaje de Mauricio Pinilla. El entonces emergente jugador de Universidad de Chile ofrecía, al menos teóricamente, características similares a las del perfil del maipucino. Sin embargo, Pinigol ni siquiera alcanzó a vestir la camiseta del Inter y después de préstamos en el Chievo Verona y el Celta fue transferido al Sporting de Lisboa. Ahí comenzó una carrera llena de altibajos.
El Fantasista, el Mago y el Pitbull
A David Pizarro, en cambio, le bastaron dos temporada (2005 y 2006) para dejar un grato recuerdo en el club. En 40 encuentros disputados, marcó tres goles. Sin embargo, su aporte trasciende a los números pues el porteño logró erigirse en una pieza importante en el mediocampo y justificó plenamente los US$ 18 millones que el Inter pagó por su pase. Aportó significativamente para la obtención de un Scudetto, la Copa de Italia y la Supercopa.
Luis Jiménez fue el siguiente chileno en vestir la camiseta azul y negra. El Mago, quien llegó precedido por los pasos en la Ternana, la Fiorentina y la Lazio, disputó 30 encuentros y aportó cuatro goles en campañas que a nivel institucional resultaron existosas. Con el chileno en el plantel, el Inter ganó dos scudettos y una Supercopa italiana. Jiménez continuó su carrera en el West Ham United. Ahora está en el fútbol árabe.
El registro lo cierra Gary Medel. El Pitbull se sumó al club después de su heroica actuación en el Mundial de Brasil 2014. Tenía la difícil misión de reemplazar a Esteban Cambiasso, un histórico, y la responsabilidad no le pesó. Mientras permaneció en el club, hasta 2017, cautivó por su espíritu combativo. Disputó 109 encuentros y marcó un gol. Incluso alcanzó a ponerse la jineta de capitán del que es considerado uno de los clubes más prestigiosos del mundo. La llegada de Luciano Spaletti le fue restando continuidad y determinó su partida al Besiktas, de Turquía.