Alexis Sánchez volvía a ser titular en el Manchester United. Entraba a la cancha como parte del ataque que definió el técnico Ole Gunnar Solskjær. El Niño Maravilla se veía cómodo. Recargado sobre la izquierda, pero con libertad para desplazarse hacia el centro de la cancha, buscaba la referencia de su socio favorito, Romelu Lukaku para generar juego. La fórmula daría nuevos réditos minutos después, para ampliar la victoria de los Diablos Rojos sobre el Reading, por la tercera ronda de la FA Cup. Finalmente, el duelo terminó 2-0.

El tocopillano disparó al arco en los 16'. El balón pasó cerca del arco del Reading, aunque su momento más brillante fue la asistencia que le entregó al belga en el cuarto minuto de adición de la primera etapa, para que anotara la segunda cifra. La cuenta la había abierto Juan Mata en los 22', mediante lanzamiento penal, después de una falta en su contra, virtualmente frente al arco.

En los 62', en cambio, el semblante del chileno cambió. Sintió un problema físico, advirtió que no podría seguir en el campo de juego y realizó el inconfundible gesto de solicitud de cambio. Solskjær y sus colaboradores entendieron rápidamente la señal. No había necesidad ni intención de arriesgar al chileno, que busca un nuevo impulso en el equipo después de la salida de la banca de José Mourinho. Enviaron al campo a Marcus Rashford. El partido continuó por el camino que llevaba: una superioridad evidente del United, que administró con mesura el balón y se preocupó de que Sergio Romero no viviera contratiempos como los que experimentó un par de veces en la primera etapa.

La situación es inquietante considerando que recién esta semana el tocopillano había vuelto a jugar, después de un mes y medio. En su reestreno, Sánchez había realizado una asistencia igualmente vistosa para que Lukaku, su socio favorito, marcara el 2-0 sobre el Newcastle United, esa vez por la Premier League. Sin embargo, el nuevo problema físico vuelve a alertar y a ponerse un obstáculo a la consolidación del ariete de la Selección en el poderoso equipo inglés.

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