Alexis Sánchez vuelve a celebrar un título en el Inter de Milán. El tocopillano festejó su cuarta corona en dos periodos con el cuadro lombardo, después de que su equipo ganara por la cuenta mínima a Napoli en la final de la Supercopa de Italia.
Aunque el chileno solo ingresó en los 81′, bien puede disfrutar con propiedad de este galardón, el mismo que levantó hace dos temporadas, aunque en aquella vez como excluyente protagonista.
La entrada del Niño Maravilla le dio un nuevo aire a un equipo que no encontraba el camino al gol ante el último campeón de la Serie A italiana, ya sea por la gran actuación del meta de los sureños, Pierluigi Gollini, o por la cantidad de ocasiones perdidas entre el argentino Lautaro Martínez y el francés Marcus Thuram, los dos titulares en la delantera del elenco lombardo.
Lo cierto es que el equipo de Simone Inzaghi tuvo muchos problemas para abrir el cerrojo de los napolitanos. Ni siquiera la expulsión del delantero celeste Giovanni Simeone sirvió para vulnerar la resistencia.
El ingreso del chileno
Pasaban los minutos y el equipo lombardo veía cómo se escapaba la opción de llevarse la victoria en un partido que, a esa altura, parecía sentenciado a los lanzamientos penales para definir al campeón.
A nueve minutos del final, con un jugador más en cancha, Inzaghino se decidió al ingreso del Niño Maravilla y el austríaco Marko Arnautovic para darle una variante ofensiva a un equipo que se quedaba sin ideas.
El Niño Maravilla no se amilanó frente al desafío. Pidió la pelota, generó juego a sus compañeros y le dio más variables de juego ofensivas a un equipo interista que fue ampliamente superior en esta instancia.
Poco antes de que acabara el tiempo reglamentario, el tocopillano logró un pase filtrado preciso que dejó solo a Martínez en el punto penal. Sin embargo, una nueva reacción enorme del portero Gollini ahogó el tanto del argentino.
En la jugada siguiente no fallaron. Sánchez se tiró un poco más atrás para buscar el espacio que lograra la ventaja. Esperó la corrida del zaguero Benjamin Pavard y le dio la pelota en el momento justo. El galo levantó la cabeza y habilitó a Lautaro para que marcara el único tanto, en el primer minuto de descuento.
A pesar de que se jugó hasta el minuto 97, el Napoli ya no tuvo fuerzas en un partido en el que siempre corrió detrás de la pelota, ante la evidente superioridad de su rival.
El pitazo final desató la algarabía del plantel nerazzurro que se llenó de abrazos y felicitaciones. Muchas de ellas tuvieron al chileno como protagonista, tal como se vio en la transmisión oficial, cuando el vicepresidente Javier Zanetti le expresó su gratitud de una peculiar forma. “Ganamos gracias a tu c...”, se advirtió en las pantallas que le dijo, en alusión a la suerte que trajo al chileno.
Incluso, el Niño Maravilla se fundió en un cálido abrazo con el director ejecutivo del club, el italiano Giuseppe Marotta, el principal responsable del regreso del tocopillano al segundo cuadro más popular de Italia.
Un retorno que vuelve a coronar con otro título, el cuarto en su carrera con el elenco peninsular y la décimo quinta estrella en sus 16 temporadas en Europa.