El Olympique de Marsella vivía una compleja situación. Empataba sin goles ante el Hyeres, de la cuarta categoría de Francia, con un hombre menos. La expulsión de Eric Bailly en el minuto 15 incomodó a los Focenses, que no lograban encontrarse en el terreno de juego del Stade Francis Turcan.
A pesar de contar con solo diez jugadores, los Olímpicos eran dueños de la posesión del balón, sin embargo, no lograban profundizar ni hacer el daño esperado. El juego aéreo y los balones parados eran su mayor arma.
Todo indicaba que el encuentro se iría al descanso en tablas, pero ahí apareció el chileno. Cengiz Ünder recibió un gran pase en profundidad, aguantó el balón y enganchó. El atacante turco recibió un sutil toque en su pierna y cayó al piso. El juez Jérémy Stinat no lo dudó y pitó la pena máxima ante los reclamos de la escuadra local.
Alexis Sánchez asumió la responsabilidad en el momento más difícil del Marsella. La escuadra dirigida por Igor Tudor no lograba imponerse ante el modesto Hyeres y el contexto era complejo. Sobre todo teniendo en cuenta la mala racha del nacional en los penales. Los fantasmas estaban ahí.
Sin embargo, el chileno sacó a relucir su calidad y pateó a lo Panenka. Para los nostálgicos, el tiro recordó automáticamente lo hecho por el ariete en la final de la Copa América 2015, no solo por la belleza del lanzamiento, sino por utilizar el recurso en un momento decisivo. Finalmente, el Marsella se fue al descanso en ventaja gracias al Niño Maravilla.