Alexis Sánchez vs. Kylian Mbappé: seguimiento al choque de estrellas que marco el duelo en Marsella

Alexis Sánchez ante Camavinga
Alexis Sánchez ante Camavinga (Foto: Reuters)

Uno en cada sector del campo de juego. razón suficiente para ampliar el espectro. El Niño Maravilla arrancó activo lo que coincidió con los mejores momentos de la Roja. La estrella del PSG participó en la elaboración del 2-1 galo.



Cuando se anunciaron las alineaciones por los altoparlantes del Stade Vélodrome, Alexis Sánchez se anotó lo que en el ciclismo se plasmaría como un triunfo en una meta volante: los hinchas marselleses lo ovacionaron, seguramente en reconocimiento a las alegrías que les dio mientras defendía al Olympique de Marsella. A Kylian Mbappé, en cambio, por más que estuviera ataviado con la camiseta de la selección de Francia, lo castigaron con la indiferencia. No es casual: este fin de semana, en el mismo recinto, se disputa el clásico local, entre Los Focenses y el PSG. Y como suele darse en esos tradicionales cruces, la rivalidad se hace notar en cualquier momento que sea posible.

Sánchez arrancó el duelo justificando las ovaciones y los aplausos. Instalado en el centro de la línea de volantes ofensivos que dispuso Gareca para abastecer a Eduardo Vargas como único delantero nominal, el Niño Maravilla inició el duelo con una vitalidad que no le se le veía hace tiempo: procurando revivir la antigua sociedad con Mauricio Isla, moviéndose por todos los sectores del campo y hasta retrocediendo el balón hasta Claudio Bravo cuando el equipo de Didier Deschamps negaba los espacios en el fondo. En el primer lapso, tocó el balón en 24 oportunidades y acertó el 94 por ciento de los pases que intentó. Una vez disparó al arco y recibió tres faltas. A una, de hecho, reaccionó con enojo.

De memoria

Con el Huaso, de hecho, gestaron la jugada que permitió que Marcelino Núñez anotara el 1-0. En los 5′, buscó al buinense, que tuvo la lucidez suficiente para aprovechar la llegada del volante del Norwich City de frente al pórtico de Mike Maignan. Siete minutos después, se animó a probar al pórtico defendido por el arquero del Milan, aunque su disparo resultó fácilmente controlable para el guardameta.

El crecimiento en el volumen de juego de los galos fue menguando la participación de Sánchez en acciones de riesgo. Por contrapartida, fue la figura local, Mbappé, quien comenzó a adquirir notoriedad. Aunque siempre permaneció cargado hacia la izquierda, considerando que Oliver Giroud es el dueño del centro del ataque francés y por momentos extrañó el abastecimiento para convertirse en protagonista, cuando tuvo la opción de participar terminó siendo clave.

Mbappé enfrenta la marca de Darío Osorio
Mbappé enfrenta la marca de Darío Osorio (Foto: Reuters)

Aparece Mbappé

En los 17′, cuando Chile mostraba su mejor cara, el delantero del PSG participó en el baldazo de agua fría: resistió el asedio de los marcadores chilenos para habilitar a Youssouf Fofana, quien decretó la igualdad en la cuenta. Dos veces disparó al arco en la primera fracción, pero ni siquiera acertó con el marco. En la columna de los errores, siete veces perdió el balón.

En el inicio del segundo tiempo, el atacante galo envió un contundente aviso. Recibió el balón en la entrada del área y disparó al pórtico: le salió elevado. Alexis, por cierto, también hizo lo propio, con otro disparo a portería.

La noche de Mbappé continuó entre errores y uno que otro acierto intrascendente. También, entre sonoras pifias cuando recibía el balón. La de Sánchez, en tanto, crecía en toques al balón, bajaba levemente en efectividad, pero no se traducía en acciones de riesgo relevantes, principalmente porque Chile tenía menos el balón. De hecho, el tocopillano retrocedió varias veces para procurar un mayor contacto con la pelota, lo que más disfruta. Cundo la recibió, casi siempre tuvo a un francés a la espalda.

En los 76′, se acabó el enfrentamiento entre ambos: Sánchez salió del campo para que ingresara Marco Bolados. Había tocado el balón en 41 ocasiones, aunque solo un vez disparó al pórtico. Se fue cansado, pero satisfecho. Mbappé siguió hasta ahí e incluso se animó con un ataque en que desplegó toda su potencia. Sin embargo, fue neutralizado por Paulo Díaz.

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