Alexis y el United inician la Premier con una victoria ajustadísima

Comenzó la Premier League, una de las ligas más relevantes del mundo. El encargado de abrir el certamen fue el Manchester United, con Alexis Sánchez a la cabeza. En Old Trafford, los Diablos Rojos vencieron por 2-1 al Leicester, en un partido que no fue fácil. De todas formas, dieron un paso adelante en una competencia que se presume altamente competitiva.

Generaba inquietud ver el debut de los rojos, quienes se reforzaron poco de cara a una campaña exigente. Esa fue la gran queja de José Mourinho en la pretemporada: que no tenía jugadores para poder plasmar su idea. Con ese panorama, el equipo titular del United tenía pocos cambios. De las tres incorporaciones, el único titular fue el brasileño Fred. De hecho, la gran novedad fue la aparición de Paul Pogba (capitán), quien apareció de manera constante en la prensa deportiva porque su intención era partir al Barcelona.

Alexis Sánchez, quien jugó el partido completo, inició como puntero izquierdo y también se pasó hacia el centro, intercambiando posición con Rashford. Más allá de que tuvo participación en la jugada que abrió la cuenta, lo cierto es que la actuación del chileno estuvo lejos de lo que hizo en la pretemporada. Por momento se ubicó muy atrás, casi como un volante, y no estuvo muy prolijo en los pases. Se dio maña para generar juego, pero a cuentagotas. En los 64', una asistencia suya casi acaba en gol de Mata, pero el tiro del hispano se desvió en un rival.

Fue Pogba, el campeón del mundo, el autor del primer gol de la liga. Un inicio impetuoso de los rojos generó la sanción de un penal por mano en el área de los Zorros al tercer minuto de partido. Pogba, con calma, batió a Kasper Schmeichel. El United comenzó con ganas, pero aquello se fue diluyendo con el pasar de los minutos. De hecho, el Leicester hizo que el local se replegara.

Ese 1-0 no era seguridad para nada, y cerca del final el United ganó algo de tranquilidad gracias al tanto de Luke Shaw (83'), lateral proyectado en ataque. El suspenso lo puso Jamie Vardy en el segundo minuto de tiempo añadido, capturando un rebote en un poste que dejó inmóvil a De Gea.