Alexis Sánchez y Arturo Vidal sufrieron junto al Inter de Milán en el Derby della Madonnina. Con el Niño Maravilla y el Rey, desde los 69′ y 73′, respectivamente, el conjunto nerazzurri cayó por 1-2 en el clásico ante el Milán, que dio vuelta el resultado en tres minutos, gracias a un doblete de un soberbio Olivier Giroud. De paso, los Rossoneri se meten con todo en la lucha por la Serie A, quedando a solo un punto del cuadro de los chilenos, que tiene un partido menos.
Fueron los locales los que, desde el principio, salieron a enfrentar el partido como debe ser: como un clásico. Asumiendo el protagonismo, recuperando el balón a toda velocidad y, sobre todo, generando mucho daño ante un rival que se vio tímido en el arranque.
No hubiese sido sorpresa que los pupilos de Simone Inzaghi consiguieran inaugurar el marcador tempranamente. Y por poco lo logran en los 9′, con un cabezazo de Denzel Dumfries que, finalmente, el juez anuló por una posición adelantada previa de Ivan Perišić, quien había levantado el centro desde la izquierda.
Los nerazzurri ahogaron constantemente a un equipo forastero que de fútbol mostró poco. Con un disparo de distancia de Marcelo Brozović que Mike Maignan evitó con una gran reacción, más aún considerando que el tiro cambió su dirección tras rebotar en uno de sus compañeros. Los dueños de casa seguían aproximándose al gol, pero sin lograrlo.
El cotejo se disputó a una alta intensidad que, a ratos, se cortó por el exceso de faltas en la mitad de cancha. Infracciones que, principalmente, fueron cometidas por un equipo forastero que se desesperó ante la superioridad de su adversario, que continuó fabricándose opciones. La más clara, en los 28′. Un pase en profundidad de Lautaro Martínez a Dumfries dejó en solitario al holandés, pero nuevamente Maignan, que ya era figura, volvió a impedir los festejos del Inter, mientras en la orilla del campo Inzaghi explotaba de enfado por la ocasión desperdiciada.
Recién en los 35′ el Milan registró su primera llegada de peligro. Con un remate desde afuera del área de Sandro Tonali que el meta Samir Handanovič evitó con una volada. Pero nada más. Pese a los esfuerzos de Rafael Leão y Franck Kessié, los pupilos Stefano Pioli tuvieron un pobre desempeño en el tramo inicial, ante una escuadra que se vio mejor en todas las facetas del juego. Giroud, el referente de ataque, no tuvo ninguna. Eso, antes de convertirse en el hombre del partido.
El esfuerzo de los locales, finalmente, tuvo su premio. En los 38′, Lautaro probó de distancia y Maignan envió el balón al tiro de esquina. Y en la jugada siguiente, el estadio estalló de alegría. Hakan Çalhanoğlu, de destacado encuentro, cobró el córner desde la derecha para la aparición de Ivan Perišić, quien empalmó el esférico de zurda para adelantar a los suyos.
Díaz y Giroud le cambiaron la cara al Milan
Los rossoneri reaccionaron en el complemento. Adelantaron sus líneas y pisaron el acelerador. La misión era llegar a la igualdad, con una propuesta mucho más ofensiva que la que exhibieron en la primera mitad. Sin embargo, les costó demasiado superar la muralla defensiva de los dueños de casa, que, por su parte, apostaron a esperar un poco más, para aprovechar ese error que les permitiera liquidar el partido.
Con los chilenos ya en cancha, el conjunto adiestrado por Pioli mostró otra cara. Una muy distinta a la que exhibió en el arranque. Gran responsable de eso fue Brahim Díaz, quien saltó desde el banco para levantar a sus compañeros. Un remate suyo que se desvió en un jugador nerazzurri terminó en el empate de Giroud, que apareció como lo hacen los goleadores: en el momento justo. El francés, de hecho, recuperó el balón ante Alexis y luego llegó a concretar.
El ánimo subió de golpe en los forasteros. En el momento preciso para noquear al actual monarca del torneo. En los 78′, Giroud recibió en el área, giró y definió de zurda ante un débil Handanovič, quien alcanzó a tocar la pelota, pero no lo suficiente para evitar que se fuera pegada a su vertical derecho. En solo tres minutos, el Milan cambió la historia.
Poco pudieron hacer los nacionales en un Inter que sintió el golpe y se desmoronó tras el segundo tanto del francés. Los locales tuvieron varias para finalizar el primer lapso con una diferencia mayor, pero desperdiciaron varias, mientras que su adversario, sin brillar, aprovechó las pocas que tuvo, en el momento justo. Milán se tiñe de rojinegro.
El Inter sigue en lo más alto del Calcio, con 53 unidades y una más que su clásico rival, que marcha en el segundo puesto. Su próximo desafío será en casa, ante la Roma, por los cuartos de final de la Copa Italia, en un duelo que está programado para el martes 8 de febrero, desde las 17.00 horas de Chile.