Almirón se involucra en la discusión por la seguridad en el Superclásico: “La reducción de aforo, realmente, no la entiendo”
El técnico albo aboga por un recinto lleno en partidos como el que animarán Colo Colo y la U en el Monumental. Sostiene que ese factor contribuirá a elevar el nivel en el fútbol chileno.
Jorge Almirón palpita su primer Superclásico. El chileno, claro está, porque como entrenador de Boca Juniors pudo estar en la banca en la versión argentina, frente a River Plate. Ahora, como entrenador de Colo Colo, se alista para enfrentar a Universidad de Chile. Lo hace con entusiasmo, pese a que por su personalidad no parece tan elocuente.
El técnico deja varias definiciones en la antesala. La primera tiene que ver con la necesidad de adaptar a los jugadores a disputar partidos exigentes seguidamente. “Es un clásico. Obviamente, todos los jugadores quieren jugar este tipo de partidos. La idea es que vayan repitiendo, que se acostumbren a jugar seguido. Los cuerpos tienen que acostumbrarse a eso. Con el tiempo, se van a acostumbrar. La U ha mejorado mucho y tiene un entrenador que ha salido campeón, tiene referentes. Se renueva la esperanza para ellos. Para nosotros es un partido especial. Los clásicos son importantes en todos lados”, sostiene, en alusión a que el miércoles los albos deben recibir a Sportivo Trinidense, en el afán de instalarse en la fase de grupos de la Copa Libertadores. El postulado le alcanza para ratificar la participación de Arturo Vidal ante los azules. “El domingo va a jugar. Está para jugar el domingo... Lo tengo considerado para el domingo y para el miércoles también”, precisa el entrenador.
Más tarde, remarcaría: “El jugador se tiene que acostumbrar a repetir, a jugar seguido. En la elite se juega seguido. Mi idea es repetir, para encontrar una base sólida y una idea. La idea es jugar el domingo y el miércoles con el mismo equipo. No creo que el equipo resienta eso porque se está acostumbrando a eso”.
Una reducción que no gusta
Almirón vive el partido con intensidad. Por esa razón, por ejemplo, se involucra en la discusión por la seguridad y plantea una disconformidad: la relacionada con la reducción del aforo del Monumental para el choque entre albos y azules. El recinto solo podrá recibir a 32 mil espectadores, diez mil menos que su capacidad total. “Es el clásico, el partido más importante para este país. La reducción de aforo, realmente, no la entiendo. Los directivos están preocupados de eso. Tengo que enfocarme en el partido. Hay que mejorar eso por el bien del fútbol chileno. Y si nos toca jugar de visitantes, que también esté lleno, que sepamos jugar así, por el bien del fútbol chileno”, enfatiza.
Eso sí, es enfático en que se debe mantener un ambiente correcto. “Queremos ganar, pero siempre respetando al rival. Es un equipo grande, tiene jugadores de jerarquía. Es un clásico, hay que ganarlo, por la gente. Pero hay que hacerlo con respeto. No soy quien para decir lo que se tiene que hacer. Doy mi opinión. Ojalá que sea válida”, puntualiza.
En ese plano, precisa que le gusta estar encima de todas las situaciones, como el estado del campo de juego. “No cambia mucho. Tratamos de estar en todos los detalles. Hablamos mucho con los grandes y los chicos. En todos los lugares donde me ha tocado estar estamos pendientes de todo. Es algo normal. Es otra energía. No nos va a cambiar nada en la planificación, pero sí es importante. La cancha está mejor. Trato de tocarla lo menos posible para que mejore. Mejorando la cancha, mejora el juego y el espectáculo, para bien del fútbol chileno”, explica.
“No hay conflicto”
También le resta intensidad a la importancia de la extensa ausencia de triunfos azules en Macul. “Todos lo saben. Es como hablar de que, antes del partido ante Godoy Cruz, Colo Colo no ganaba en Argentina. Eso puede generar presión. El equipo tiene que jugar bien. Tenemos jugadores que saben jugar en este tipo de instancia. Me gusta, lo disfruto. A todos los jugadores les gusta jugar este tipo de partidos”, añade..
El estratega deja de lado las diferencias entre los jugadores y la dirigencia por los premios coperos. “Es un equipo grande, genera discusión, debate. Para mí, no hay ningún conflicto, lo veo todo bien. Se negocia, se tiene que arreglar pronto. El jugador se enfoca en el domingo, nosotros también. El equipo está preparado para el domingo. Es un clásico y los clásicos se ganan. Después se arreglan las diferencias, como en casa”, acota.
Por ahora, su balance se centra en lo deportivo, donde las cuentas son alegres. “Son pocos partidos que llevamos y los resultados no son malos. Trato de repetir el equipo”, consigna, como una expresión más de su objetivo de encontrar una estructura sólida para el Cacique.
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