Como pasaba en Chile en los tiempos en que Iván Zamorano brillaba en el Real Madrid o Marcelo Salas en la Lazio, en Egipto se concentran en la televisión cada vez que juega Mohamed Salah, el astro del Liverpool y, por estos días, el futbolista de moda a nivel mundial.

Ayer, los africanos disfrutaron más que nunca. La actuación del delantero frente a la Roma, en la semifinal de ida de la Champions League, fue notable: dos goles y dos asistencias lo consagraron como la figura indiscutible del duelo.

Reunidos en un bar y mayoritariamente vestidos con la camiseta del equipo inglés, los hinchas egipcios disfrutaron la de la notable faena.