Amenazas, golpes y llanto: las crudas revelaciones del expresidente del Barcelona tras su paso por la cárcel
Sandro Rosell estuvo 21 meses privado de libertad después de ser acusado de blanqueo de capitales y organización criminal, delitos por los que terminó siendo absuelto. En las dos prisiones donde fue trasladado, el exdirigente presenció una serie de difíciles situaciones.
Sandro Rosell fue presidente del Barcelona entre 2010 y 2014, un periodo donde el club cosechó múltiples éxitos y en el que Alexis Sánchez fue el tercer fichaje más alto de esa etapa. Todo parecía ir muy bien para el dirigente. Sin embargo, terminó renunciando y siendo encarcelado por 645 días tras ser acusado de blanqueo de capitales y organización criminal. Su paso por prisiones de Madrid y Barcelona entre 2017 y 2019 llegó a su fin, luego de que fuera absuelto.
A cuatro años de esa experiencia, el empresario reveló los duros momentos que pasó tras las rejas, en una entrevista en el programa Viajando con Chester. “Aunque hubiera sido verdad de todo lo que me acusaban, en España no era ni para estar 24 horas. Tomar declaración y luego ya le juzgaremos. Pero nunca jamás para estar dos años, que tengo el récord de prisión preventiva por presuntos delitos económicos privados. Récord de España tenemos y ya no sólo yo, también mi compañero Joan Besolí”, comenzó diciendo.
En los lugares donde estuvo recibió amenazas, pero logró salir adelante. “Me amenazaron dos veces; una por ser catalán y otra por ser presidente del Barça. Uno me vino y me dijo: ‘O me pagas todo lo que yo te pida hasta que yo quiera, o te reventaré’. Luego salieron mis compañeros y lo frenaron. Me pasó una vez en Madrid y otra vez en Barcelona, pero las dos veces me ‘protegieron’ sin que yo lo pidiera. En Madrid, los colombianos. Ahí había muchos colombianos, porque Soto del Real es una cárcel de delitos internacionales, por lo que ahí están todos los traficantes de cocaína. Entonces, los colombianos eran del Barça y yo tenía mucha relación con ellos porque hablábamos de fútbol”, recuerda.
En relación a la segunda amenaza, que ocurrió durante su estadía en Brians 2, el mismo centro donde se encuentra Dani Alves, el empresario relató cómo se salvó. “En Barcelona me hice muy amigo de un jefe gitano que era muy del Barça. Entonces, ahí el que me amenazó fue un gitano. El jefe le dijo cuatro cosas y se paró todo. Hay amenazas, pero controladas. No son las películas que ves por la tele”, declaró.
Tráfico de órganos
Eso sí, fue testigo de un apuñalamiento y de varias peleas. “Aquellos días te acojonas. Uno le clavó un palo astillado a otro porque le debía una Coca-Cola”, manifestó. Y también contó cómo se vive el sexo al interior de la prisión. “Hay mucha relación homosexual en la cárcel, pero incluso de gente que no es homosexual”, detalló.
El estar privado de libertad le cambió el foco a su vida, debiendo replantearse muchas cosas. “La cárcel es gris y un poco rancia, pero a la vez descubres mucha humanidad. Es un contraste constante de emociones, de colores, de tristezas, de risas incluso. Yo siempre he intentado ser muy cerebral, yo no recordaba haber llorado en toda mi vida y allí lloré varias veces y a moco tendido. Después me encontraba mejor”, confesó.
Rosell demandó al Estado español y hoy enfrenta una última causa: “Yo he tenido hasta ahora seis casos, de los cuales cinco me ha acusado la Fiscalía. De los seis que me piden penas de prisión, de cinco he salido absuelto. Solo me queda uno pendiente en que me acusa la fiscalía de tráfico de órganos humanos”.
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