La familia Pinto-Arias es una de las más prolíficas del deporte chileno. Jaime Pinto fue un destacado tenista profesional que hoy, a los 84 años, es el número uno del mundo en categoría mayores de 80 años, mientras que su esposa Ana María Arias también destacó en la raqueta. Esa pasión hoy la heredan sus hijos y nietos, pero en el squash, una disciplina en la que le han dado grandes éxitos al país.
En Santiago 2023, Ana María Pinto (43 años) y su hijo Agustín Carranza (23) harán historia, ya que son parte de la selección que dirige Jaime Pinto Arias, hermano de Anita y tío de Agustín. Además, Sandrina, la otra hermana, es la sport manager de esta disciplina en estos Panamericanos.
“Es un caso inédito, porque es difícil encontrar una familia en la que estén todos involucrados en los panamericanos. Es lindo y digno de mencionar, porque no es muy común. Yo voy a ir a apoyarlos de todas maneras, porque un evento de esta naturaleza no se ve todos los días y las instalaciones están muy bien. Es un cuento muy interesante”, señala Jaime Pinto padre.
Anita Pinto no oculta la emoción de competir junto a su hijo. “Para mí, como mamá, es increíble estar en estos Juegos con él, compartir esta experiencia que va a ser inolvidable y que independientemente de los resultados va a estar con nosotros siempre en la familia. Estoy feliz, súper chocha y orgullosísima de él”, afirma.
“Es un sueño hecho realidad, porque había clasificado el 2019 y me lesioné, me rompí el ligamento del tobillo un mes y medio antes, así que no pude ir a Lima. Desde entonces ha sido mi sueño poder clasificar, lo logré y me siento muy feliz por mí y por mi familia. Es una alegría competir con mi mamá en el mismo equipo”, complementa Agustín, quien cursa tercer año de Marketing en la Chatham University de Pittsburgh.
El deportista comenzó en el tenis y en el squash, pero a los 10 años se inclinó por este último. Reconoce que no es fácil venir de una familia tan exitosa: “Igual hay mucha presión, porque son todos campeones y uno tiene que demostrar siempre, pero para mí es una alegría. Me tocó una familia increíble, llena de logros: mi abuelo campeón mundial, mi mamá es campeona sudamericana, sacó medalla en Lima. Para mí es un placer formar parte de esta familia y espero obtener logros como ellos”.
Su padre, la leyenda peruana del squash Álvaro Carranza se regocija con el momento de su esposa e hijo. “Me casé con una mujer grandiosa y que además practicaba el mismo deporte que yo en alto rendimiento y tuvimos un hijo que estudia en Estados Unidos becado gracias al deporte y que ahora tenga la oportunidad de representar a Chile es una alegría y orgullo enorme”, dice.
Los objetivos
Anita Pinto y Giselle Delgado son una dupla consolidada. De hecho, ambas obtuvieron bronce en Lima 2019 y sueñan con el oro. Esta última vive desde los 14 años en Norteamérica. “Llevo más de la mitad de mi vida en Canadá. Va a ser lo máximo de mi carrera estos Juegos”, relata. Y añade que su familia viajará a verla: “Mis papás están acá en Chile y van a ir a verme, viene mi abuelita que está radicada y viene mi esposa a ver los partidos”.
Ambas se prepararon en Paraguay, debido a que en Chile no había canchas oficiales de dobles. “He tenido la oportunidad de entrenar con Anita por más tiempo de lo usual. Como yo vivo en Canadá, es más complejo, pero esta vez llevamos tres semanas y me siento más tranquila”, destaca Delgado. Su compañera agrega: “Hicimos harta preparación mental con el psicólogo Juan Fernández, hicimos trabajos de respiración y también trabajamos técnicamente”.
Jaime Pinto Arias relata cómo se tomó esta designación para dirigir al equipo en los Panamericanos. “Estoy muy contento, era algo inesperado. Llevo dos meses en el cargo, no hice ningún proceso de entrenamiento con ellos, pero el objetivo principal es que sean felices, que se puedan desenvolver bien y yo apoyarlos en todo lo que pueda”.
Las metas están claras. “Queremos enfocarnos en los dobles, ahí está nuestro fuerte. Queremos dar el batacazo ahí, tanto en hombres como en mujeres y en doble mixto. Ahí queremos sacar medalla”, anuncia. El equipo también lo conforman también José Tomás Gallegos, Matías Lacroix y Antonia Vera.
Anita y Agustín tiene un sueño: estar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. “Si me da el cuerpo y las ganas están, vamos a dar la pelea”, dice la madre. Su hijo la secunda: “sería un sueño estar ahí”.