Andrés Fazio: "La situación deportiva no es la que quisiéramos, pero sí esperable"
El hombre fuerte de las selecciones, el que negocia los premios, el responsable del Nuevo Pinto Durán, hace balance de la era Salah que está a punto de concluir y del ciclo Rueda. El empresario aspira a mantenerse en el cargo como parte del directorio de Sebastián Moreno.
Temuco pudo ser el último destino que unió a Andrés Fazio (59) con la selección chilena. El jueves son las elecciones a la presidencia de la ANFP y su actual primer vicepresidente forma parte de la lista de Sebastián Moreno. Buen momento para hacer balance del primer año de Rueda como seleccionador, de la administración saliente de Arturo Salah y los desafíos pendientes.
¿Qué evaluación hace del primer año de Rueda?
Es el inicio de un proceso pensado a largo plazo, con los inconvenientes propios de un equipo que necesita de la incorporación de nuevos jugadores y que se adapten a un grupo que venía junto de años.
¿Rueda sí o sí dirigirá a la Roja en la Copa América 2019?
Repito, este es un proceso pensado a largo plazo.
¿Cuál es la meta en ese torneo?
Pelear el campeonato. No hay otro objetivo.
Ustedes dijeron que no habría minuto de silencio y los jugadores los dejaron expuestos con su desobediente abrazo en el centro del campo del Germán Becker.
En absoluto nos dejaron expuestos. La posición de la ANFP está enmarcada en el rol institucional que le cabe y el gesto de los jugadores es en la esperanza de que el diálogo y la paz imperen en este conflicto, lo cual compartimos plenamente.
¿Por qué le cuesta a Rueda?
Tengo casi un año de conocer a Reinaldo y una cosa le puedo decir: la soberbia no está en él. No lo describe. No va a ser un tipo que va a tratar de imponer una idea. Está en ese camino de formar una nueva selección, que es complejo, lento, difícil, pero tengo la tranquilidad absoluta en su experiencia y currículum. Aunque en el último tiempo hemos tenido más bajos que altos, va a sortearlo.
Se le ha notado afectado, presionado, a la defensiva. La imagen de su última conferencia en Santiago.
Sí, pero me pareció positiva. Abrió estas conferencias estructuradas. En la medida que se vaya dando un diálogo más fluido, más honesto, más libre, me parece positivo. Creo que a la larga será recordado como una buena anécdota.
¿Le tiene fe al proceso de Rueda?
Sí, sí, le tengo fe.
¿Es cierto que Díaz no viene por sapo y Vargas por indisciplinado?
No tengo más información que la suya. Son decisiones exclusivas del técnico. El día que uno se empiece a involucrar, las áreas se cruzan y es muy complejo. No tengo los conocimientos para inmiscuirme en esa área. Mi rol es otro.
¿Rueda tiene libertad para convocar a Bravo?
Nunca le he escuchado una palabra a Salah en el sentido de que haya algún veto sobre algún jugador. Rueda es dueño y señor de nominar a quien estime. No hay participación de nadie de la ANFP distinto al cuerpo técnico respecto a las nominaciones. Nunca la ha habido.
¿No echa de menos a los tres?
Más que nombres, quiero que se conforme un equipo. La riqueza está en lo colectivo.
¿Qué evaluación hace de estos tres años de administración Salah?
En el plano institucional, es conocida cuál era la situación cuando asume Salah. Un caos total. Esperaba, sinceramente, que nos tomara más tiempo normalizar la institución, tanto en lo económico como en lo administrativo. Hoy tenemos una institución saneada.
¿Cuánto creyó que le tomaría?
No, o sea, entregaremos una institución con muy pocos riesgos de vivir las situaciones anteriores, con protocolos modernos, de manera que una sola persona o un grupo pequeño no pueda administrar la cantidad de recursos que pasan por ahí.
La evaluación deportiva no es tan buena...
Obviamente. En ese plano, la decepción de no haber clasificado al Mundial es muy fuerte. De estos costalazos uno tiene que sacar lecciones y dimos vuelta la página rápido para planificar lo que venía. Con un técnico nuevo que busca, a mediano y largo plazo, una nueva conformación del equipo que ya venía, por edad, con la necesidad de buscarle alternativa. Eso es un trabajo lento, difícil, y en un año muy particular, sin competencia, solo amistosos. Eso da una configuración distorsionada. Además, los jugadores que formaron la columna vertebral han tenido poca continuidad en sus clubes. Se han producido cosas confluyendo al mismo tiempo que hacen que estemos en una situación deportiva que no es la que quisiéramos, pero sí esperable.
¿Qué errores cometieron?
Muchos. Probablemente, enfocarnos en la estabilidad de la ANFP nos privó de tiempo para atender mejor a los clubes. Lo que digo no es una justificación, sino una explicación. Errores hay... el de las facturas es un error, qué quiere que le diga. Es un condoro, pero no hay mala fe. Pero fue un condoro enorme, total.
¿Se aprendió de ese error?
Sí, sobre todo en los protocolos. Hoy tenemos uno muy estricto y moderno respecto a eso.
¿Qué lo motiva a querer seguir en la ANFP como director?
Hay objetivos en lo deportivo, lo institucional y en la actividad en sí. En lo deportivo, Chile tiene una misión a nivel de clubes de llevar a nuestros equipos al primer plano en las competencias internacionales. Tenemos un potencial de desarrollo importante, por el torneo y la infraestructura. Es un eje importante. En cuanto a las selecciones, me motiva buscar un camino desde las menores hasta la adulta que sea ascendente, de manera que un alto grado de los que están en las menores lleguen a la mayor. Hoy ese grado es bastante bajo. Y en lo institucional, mantener la solidez interna para impedir que se repitan los eventos del pasado.
¿Y en lo personal?
Tengo que ir al manicomio. El siquiatra puede contestar eso. No tengo una explicación. Más que un gusto personal, siento que hay una retribución a lo que uno hace. Cada uno tiene sus formas de buscar esa retribución y la mía es poder estar ligado al deporte. Quiero contribuir con mi granito de arena y la realización de un nuevo complejo para las selecciones para mí es un punto emblemático. Fue un compromiso que adquirí con don Arturo.
¿Cómo va eso?
Creo que vamos muy avanzados. Dentro de poco, si todo sigue como ahora, podremos decir: "aquí vamos a asentar el nuevo complejo de las selecciones".
En La Pintana...
No sé, aún está en veremos.
¿Cuándo?
Resolviendo la ubicación, tenemos varios bosquejos. A partir de ahí tenemos que diseñar el propio, buscando una identidad. Luego hay que ir a buscar el financiamiento. Porque no hay recursos para asumir el costo total.
Jorge Uauy dice que no arriesgará la economía de la ANFP por un nuevo Pinto Durán. La ANFP siempre ha mantenido a resguardo los recursos de los clubes. Se tiene que equilibrar esa relación, pero además están las selecciones. Se tiende a focalizar todo en la adulta, pero el mayor déficit está en las menores y la femenina. Este nuevo complejo va orientado hacia allá. Una nueva administración tiene el derecho a determinar si este objetivo será central o no. Para nosotros sí lo es.
¿Salah ha sido la imagen y usted el que manda?
No. Arturo tiene harto más carácter del que se le supone. La decisión final siempre pasó por él. Lo único que hice fue colaborarle en las áreas que me encomendó.
¿Su paso por la ANFP ha sido una revancha de su etapa en Cruzados?
Sí, y por eso le estoy agradecido a Arturo. Ha sido muy satisfactorio. Participar en la negociación por el CDF, en los premios de la Selección. Todo muy enriquecedor.
¿En los premios negoció o acató lo que impusieron Medel, Bravo o Vidal? Un camarín intransigente.
Al principio fue difícil, porque venía muy cargado de decepciones, de promesas incumplidas. Había mucha desconfianza. Tras superar esas dificultades, se empezó a generar confianza. Las últimas negociaciones fluyeron de forma tranquila, sin grandes disputas. Se van creando mitos, que piden mucho, que no queremos dar nada, pero en rigor es una negociación con las cifras a la mano, donde hay discusión, pero buena voluntad.
¿Por qué no norman los premios?
Es muy difícil, porque esto es cambiante. El fútbol, económicamente, no es el mismo de hace 15 años. Se supone que el próximo Mundial, al ser en Qatar, va a tener premios mucho más altos. No hay cómo normarlo. Esta Copa América será distinta a la anterior. Además, es sano negociar.
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