En el recién inaugurado centro Elige Vivir Sano de Independencia, Andrés Otero (38 años) se mueve como en su casa. No esconde el orgullo por el sofisticado recinto, que hasta cuenta con piscina temperada. De aquí, confía, comenzarán a gestarse los nuevos representantes de Chile en el alto rendimiento. El periodista y ex director nacional del plan Estadio Seguro se ha transformado desde el año pasado en uno de los hombres fuertes del Ministerio del Deporte, del que pasó a ser subsecretario, un cargo que desde siempre ha competido con el del ministro.
En las antiguas administraciones, subsecretarios y ministros ni se hablaban. ¿Usted y Cecilia Pérez también?
Tenía una relación maravillosa con Kantor, tengo una relación más que maravillosa con Cecilia Pérez, con quien además nos une una larga amistad. Tenemos la ambición de pasar a la historia por sentar las bases para que Chile sea un país de deportistas.
¿Cómo se sabrá si lo consiguió?
Lo que el presidente nos pidió es llegar a los cinco millones de chilenos deportistas. Es una meta ambiciosa, porque todavía estamos en los tres millones.
¿Qué es un deportista para el gobierno?
Nos basamos en la definición de la OMS. Una persona que tiene actividad física con regularidad mínimo tres veces por semana, 180 minutos en total. Las cifras actuales nos angustian. Un país de deportistas significa mayor bienestar, pero además más valores, como el trabajo en equipo y la resiliencia.
¿Salió de Estadio Seguro en el momento adecuado?
No, para nada. Soy un hombre a disposición de mi país. El presidente me tuvo en Estadio Seguro, donde fui feliz, y ahora me pidió que fuese subsecretario de Deportes. Donde él me pida, estaré.
¿Estadio Seguro tampoco vio venir la violencia desatada en el fútbol?
No es mucho lo que puedo aportar en cuanto a detalles de la operación, porque ya no estoy ahí. Este es un tema que coordina Interior a través de Estadio Seguro, en coordinación con la ANFP, los clubes y Carabineros. Este es un tema muy complejo, y uno de los mayores errores que se han cometido es simplificarlo. Este problema lleva varias décadas instalado y hay que administrarlo, porque va en línea con lo que está pasando en el país. Eso sí, lo que está ocurriendo en los estadios nada tiene que ver con las justas demandas que la ciudadanía han hecho desde el 18 de octubre. Esto es vandalismo y violencia pura y dura.
¿El Ministerio no quiere involucrarse en este asunto?
Es que hay que saber separar. Tenemos una agenda con la ANFP, así como la tenemos con todas las federaciones de Chile, pero el tema de seguridad tiene que ver con un espectáculo privado y con el control de orden público, que es un mandato de Interior. La seguridad no es un giro nuestro.
¿No les preocupa?
Nos preocupa, claro, pero como le preocupa a todos los ministerios. Y no solo la seguridad en el fútbol, sino la seguridad en el país, porque habiendo orden público hay democracia.
Prioridad presidencial para Santiago 2023.
Sí. Es primera vez en la historia que esto ocurre y consiste en que tiene la prioridad para que todo el papeleo se realice mucho más rápido. Santiago 2023 será el mayor evento deportivo de nuestro país y queremos que sea un lujo, pero con un presupuesto más acotado que el de Lima 2019. Utilizaremos la infraestructura de Santiago 2014, construiremos lo que hace falta y tendremos unos Juegos de lujo.
¿Por qué se movió el ATP de Santiago del Nacional a San Carlos?
Fue una decisión de la propia organización, quienes esgrimieron temas de seguridad. No es que el Court Central no cumpliera con los estándares, sino que lo hicieron para tener más certezas por la ubicación geográfica de San Carlos de Apoquindo. Entendimos sus razones y las aceptamos. Pero ya nos manifestaron que quieren que para las próximas ediciones el ATP esté en el Nacional.
¿Por qué el Ministerio no quiso referirse de inmediato al positivo de Nicolás Jarry?
Nuestra posición ha sido siempre la tolerancia cero. Dicho eso, aquí hay un proceso abierto en el que el jugador tiene derecho a ser defendido. Lo único que nos competía era suspender la beca Proddar mientras el proceso dure. Tenemos tolerancia cero cuando el caso es concluyente, pero cuando no, como ahora, esperaremos manifestarnos a que concluya todo.
¿Preocupa el dopaje al Mindep?
Sí. Somos el país líder en la región, algo que incluso la WADA ha dicho varias veces. Ellos son autónomos, independiente que dependan administrativamente de nosotros. Personalmente, me he preocupado de que esa autonomía sea lo más robusta posible. Queremos que funcione, pero también que se prevenga y por eso hemos invertido muchos recursos en educación, porque no se trata solo de descubrir, sino de evitarlo. La Comisión Nacional de Control de Dopaje está haciendo un gran trabajo. Ahora mismo, Ecuador nos pidió que los capacitáramos en estos temas.
Algunos creían que con tantos controles y positivos Chile perdería competitividad, pero en Lima 2019 quedó demostrado que no.
Fue la mejor participación chilena y no tuvimos ningún caso de dopaje. Los resultados están a la vista. Creo que ahora, gracias a la buena prevención, hay una cultura antidopaje.
¿Ayudó el cambio de Ministra para mejorar la relación entre la cartera y el COCh?
Con el COCh siempre hemos tenido una muy buena relación, partiendo porque a ellos se les exige la carta olímpica. Con la Ministra Kantor hubo buena relación. Quizás, se hicieron públicas algunas discrepancias, pero no fue más que eso.
¿Le sorprendió el cambio de Ministra?
Estamos a disposición y merced del presidente y él siempre tendrá la razón en el momento que él decide la razón por la que diferentes personas deben liderar la cartera.
¿Cómo siguen las relaciones con la Conmebol después del encontrón entre la Ministra y Alejandro Domínguez?
Tal como con el COCh, las instituciones quedan y las personas pasamos. De lo único que nos hicimos cargo fue de un comentario desafortunado del presidente de la Conmebol, cuando dijo que en 10 días se había avanzado más que en 10 meses y no era así. Tuvimos que establecer los puntos para demostrar que estaba equivocado. Conmebol ha vuelto a tener contacto con el gobierno y ni se ha tocado el tema. Para nosotros, es un tema cerrado.
Pese al estallido social, la inversión al Ministerio crece.
Somos un ministerio que creció un 7% en 2019, eso responde a que el Deporte es una prioridad para el Estado. Esto tiene que ver con la consistencia de los programas y cuánto repercuten en la sociedad.
¿A qué están destinando esos recursos?
A Infraestructura y alto rendimiento, principalmente. Cuando uno tiene resultados como el de Lima 2019 no es casualidad. El desafío ahora es superar en Santiago 2023 lo hecho en Perú, y para eso no bastará solo con ser local. El alza del alto rendimiento tiene que ver también con que vamos a tener a la delegación más grande en Juegos Olímpicos, según lo que se proyecta.
¿Cuántos clasificados proyectan para Tokio 2020?
Sin contar el fútbol femenino, tenemos proyectados 46 deportistas, lo que es ya la más grande.