Andrey Rublev (8°) se queda con la final de las sorpresas en el Masters 1000 de Madrid. El tenista ruso venció por parciales de 4-6, 7-5 y 7-5 al canadiense Félix Auger-Aliassime (35°) y suma un nuevo título de esta clase a su palmarés. Antes había ganado en la edición 2023 de Montecarlo. En el duelo de definición prácticamente no hubo errores por parte de ninguno. Sin embargo, termino cerrándose con una doble falta del norteamericano.
La finalización del partido fue diametralmente opuesta al comienzo. Bajo techo, producto de la fuerte lluvia en la capital de España, Rublev inició con dobles faltas consecutivas. Un paso en falso que aprovechó Auger-Aliassime. El primer set fue para el canadiense, que se veía mejor parado y llegó a estar 4-1 arriba en aquella manga. El europeo despertó y estuvo apunto de lograr el 4-4. Aun así, la primera parte del duelo tenía un camino elegido y fue 6-3 para el norteamericano.
El panorama cambió en el segundo set. Ahí ya se veía a un Andrey Rublev entero. Que demostró los casi 30 lugares de diferencia en el ranking ATP. Ninguno estuvo dispuesto a ceder. La manga fue avanzando sin quiebres. Pero a Auger-Aliassime ya le estaba costando más que antes mantener su servicio. Recién en el último game, cuando parecía que el tie break era inevitable, el ruso logró su break y estiró el compromiso al tercer parcial.
Esa parte del partido ya tenía a un Rublev empoderado. Pese a que tampoco llegaban los quiebres, como si fuera una repetición del segundo set, el canadiense estaba incómodo. Fue tras dos horas y 40 minutos de juego que el nacido en Moscú pudo ir al piso y emocionarse por su triunfo. Si el break no vino, fue el cansancio del contrincante lo que le dio el título de forma definitiva. Cuando Auger-Aliassime sacaba buscando el 6-6, una doble falta significó la victoria de Rublev.
Un deportista que saca la voz
A sus 26 años, Andrey Rublev se posiciona como uno de los mejores valores del circuito. Además, se perfila como un deportista con opinión. Pese a su nacionalidad, se ha declarado abiertamente contrario a la guerra entre Rusia y Ucrania. Muchos lo han calificado como un opositor al gobierno de Vladimir Putin. “No puedes actuar como si no pasara nada, lo único que espero es que pronto haya paz en todos los países”, señaló en su momento.
El ruso compite sin bandera. Una situación que, de todas formas, le es incomoda. “Es difícil hablar de eso porque incluso si intentas simplemente jugar al tenis y seguir entrenando sabes que te está afectando si incluso no formas parte del tema”, complementaba.
En el pasado tuvo problemas con un grupo de aficionados en el Abierto de Australia, quienes buscaron insultarlo mostrándole una bandera de Ucrania. El deportista reclamó por los hechos, pero luego explicó que era debido a las groserias y no por la bandera que exhibían los fanáticos. “Se lo dije directamente al árbitro, no se trata de la bandera. Pueden poner la bandera que quieran. Entiendo completamente la situación. Fue más que me empezaron a decir palabras feas y cosas malas”, explico.