El 14 de enero, después de caer ante el español Roberto Bautista, el escocés Andy Murray, ex número uno del ránking ATP, confirmó que había disputado su último partido antes de realizar el último intento por recuperarse y volver a competir en el nivel que lo llevó a lo más alto del escalafón mundial. Los dolores en la cadera se hacían insostenibles
Hoy, el tenista británico mira el futuro con mayor optimismo y, en el marco de un compromiso comercial, anunció que está mejor de la lesión que lo atormentaba. "Quiero seguir jugando, ya lo dije en Australia. El problema es que no sé si será posible", declaró Murray.
"La rehabilitación va lenta, pero está yendo bastante bien. Solo tengo que esperar y ver cómo progresan las cosas. Si es posible, me encantaría volver a competir", agregó.
Inicialmente, el plan de Murray era retirarse después de disputar Wimbledon, su Grand Slam favorito, que ha ganado en dos ocasiones.