Al Olympique de Marsella no le quedaba margen. No estaba permitido tropezar, en el afán de pelear, por muy cuesta arriba que sea, el título de la Ligue 1. En el Stade Velodrome, el equipo de Alexis Sánchez cumplió y sostiene sus remotas opciones de capturar la cima del fútbol francés. Derrotó por 3-1 al Angers, por la fecha 35.
Las victorias del Lens (2-1 al Reims, el viernes) y del París Saint-Germain (5-0 sobre Ajaccio, el sábado) le colocaron la presión al OM si quiere continuar con algunas chances en su persecución a los primeros de la tabla. A priori, el duelo asomaba como abordable, al tratarse del colista de la liga y ya descendido a la Ligue 2, la segunda categoría gala. Sin embargo, el duelo no fue tan fácil para los pupilos de Igor Tudor. Tanto así que partieron en desventaja en el marcador.
Como ha sido en casi toda la temporada 22-23, Alexis fue el centrodelantero del Marsella, en el 3-4-2-1 de Tudor. La gran novedad del equipo estaba en los creadores, detrás del tocopillano. Fue titular Dimitri Payet, un ícono del equipo, que se metió en la oncena para acompañar a Ruslan Malinovskyi en la línea de armadores.
La obligación era del Olympique, que registró el 68% de posesión de balón durante el primer tiempo. Pero esa supremacía en la tenencia no se reflejó en el marcador hacia el descanso. El Angers sorprendió y llegó al 1-0 en los 28 minutos, gracias a Abdallah Sima. Para fortuna del equipo más popular de Francia, el empate llegó con rapidez. En los 34′, una aparición fulgurante del goleador histórico de la selección chilena permitió la igualdad.
Un envío hacia el área de Jonathan Clauss, desde la franja izquierda del ataque, encontró con total libertad a Sánchez, quien conectó el balón y batió al portero Paul Bernardoni. Fue el tanto número 14 del exjugador del Inter de Milán en la liga francesa; el 18 en la campaña si se agregan todas las competencias. La anotación le dio aire al Marsella de cara al segundo tiempo y el objetivo de remontar los guarismos.
El factor Alexis es fundamental en la faceta ofensiva del OM. Por algo es el goleador del equipo. Pero también aporta en la construcción. Un ejemplo de aquello sucedió para el 2-1, en el arranque del complemento. En los 48′, el chileno se abre (favorecido por un rebote tras una acción personal de Malinovskyi) y cede el balón con un centro bajo, que captura Dimitri Payet por el otro lado. El 10 empalma el balón con el pie derecho y convierte un gol de hermosa resolución.
Con el marcador a su favor, el técnico Tudor empezó a hacer modificaciones. En los 73′ salió reemplazado el futbolista nacional por Kaboré, despedido de la cancha con una ovación. Se percibe el idilio que se ha formado entre la efervescente fanaticada local y su flamante jugador estrella. Para cerrar la victoria, en los 77′ llegó el 3-1 para el anfitrión, con el penal convertido por Jordan Veretout.
Entonces, el Olympique de Marsella alcanza los 73 puntos al cabo de 35 jornadas (22 triunfos, siete empates y seis derrotas). Está a ocho unidades del PSG, cuando restan nueve por disputar. El margen de acción es mínimo para los olímpicos, porque requieren sí o sí que los parisinos se caigan. Mientras tanto, el Lens ocupa el segundo puesto con 75. Un buen premio de consuelo para el Marsella sería el subcampeonato, porque así clasificaría directo a la fase grupal de la Champions League.
El próximo fin de semana, Alexis Sánchez y compañía visitarán al Lille. Por su parte, el PSG será forastero ante el Auxerre, que pelea por la permanencia. Y el Lens también será visita, ante Lorient.