El 21 de diciembre de 2016, los canoístas Jean Valdebenito y Manuel Chacano fueron notificados de una suspensión provisional por detectárseles Meldonium en un control antidopaje realizado en los Juegos Bolivarianos de Playa de Iquique, donde ganaron oro.

La sanción obligó a los atletas a pausar cualquier actividad deportiva, perdiendo además los beneficios que recibían por parte del IND. Sin embargo, en ese momento Odebo no era signataria del Código Mundial Antidopaje de la WADA, dejando en el limbo a los deportistas. Hasta ahora.

Porque el 27 de junio pasado la Federación Internacional de Canotaje (ICF) dio un duro revés al asunto, cerrando definitivamente el tema con ambos acusados absueltos, irrisoriamente, sin siquiera ser juzgados. "Dados los errores administrativos que fueron cometidos por la Comisión de Dopaje de Odebo en el procedimiento del caso, ambos deportistas han quedado sin sanción por la grave acción cometida", se lee en la notificación.

"Reconozco que cometí un error, pero jamás recibí un juicio justo por esto. No entiendo por qué permitieron que una institución no reconocida nos haya perjudicado así", se queja Jean Valdebenito. Incluso, Chacano se retiró del deporte. Ahora, ambos respiran, aunque no descartan recurrir al TAS por los daños y perjuicios sufridos.

No es primera vez que la Comisión de Dopaje de Odebo se ve involucrada en una situación tan negligente. Algo similar ocurrió en 2014 con la tenista de playa Francisca Zúñiga, quien dio positivo tras ingerir té de coca, infusión que formaba parte del menú oficial del hotel asignado a los deportistas en los Juegos Bolivarianos de Trujillo. Sin embargo, el organismo nunca informó del dopaje y la jugadora estuvo meses cumpliendo una suspensión imaginaria. De hecho, a diferencia de los canoístas, a ella y a sus compañeros de dobles sí se les retiraron las medallas obtenidas.