Antofagasta deja pasar una oportunidad única

Everton: C. Toselli; C. Rodríguez, F. Venegas, C. Suárez, C. Zúñiga; D. Orellana, B. Rivera (22', Ó. Salinas), I. Ochoa, Á. Madrid (85', S. Leyton); J. Cuevas (8', M. Bueno), P. Rubio. DT: J. Torrente.

Antofagasta: P. Garcés; P. Magalhaes, T. Astaburuaga, B. Romo, F. Sepúlveda; A. Barrios, G. Sandoval, M. Collao (74', J. I. Duma); E. Bello (68', G. Villagra), F. Ciampichetti, F. Flores (80', R. Contreras). DT: G. Ameli.

Goles: 0-1, 2', Bello, tras pase desde el suelo de Ciampichetti, que no dio la pelota por perdida; 1-1, 40', Venegas, de tiro libre directo; 2-1, 44', Bueno, tras capturar un rebote luego de una gran atajada de Garcés; 2-2, 45+1', Bello, tras enganchar a dos rivales; 3-2, 83', Salinas, tras una serie de rebotes casi al borde del área chica.

Árbitro: F. Gilabert, amonestó Salinas, Toselli (E); Bello, Romo (A).

Estadio Sausalito asistieron 9.314 personas.

El de la tarde de este domingo era una final por donde se le mirase. Por un lado Antofagasta, con la clara opción de depender de sí mismo para quedarse con el título, y por el otro Everton, con el fantasma del descenso latente, a apenas un punto de distancia. Al final, el miedo a perder la categoría pudo más que las ganas de campeonar por primera vez en la historia. Los viñamarinos se quedaron con los tres puntos, toman algo de aire y trasladaron momentáneamente el funeral a la Segunda Región.

Los objetivos de uno y otro provocaron que en el Sausalito se presenciara un gran partido. Emotivo, al menos. Comenzó ganando la visita con un gol de Eduard Bello que incluyó pedida de matrimonio en la celebración, lo dio vuelta el local con tantos de Venegas y Bueno, lo volvió a igualar el venezolano y en la segunda etapa, cuando el empate se acercaba, Salinas puso el 3-2 definitivo. Y justiciero, por cierto.

Porque el cuadro oro y cielo hizo todos los méritos para quedarse con el triunfo. Buscó por todos lados, tuvo las más riesgosas y pegó cuando tuvo la oportunidad. Quiso más. Puso más. Y pudo más.

Al frente, un elenco antofagastino que dejó pasar quizás si la oportunidad más importante de la historia de la institución. Esa que la dejaría a tres puntos del liderato y dependiendo de sí mismo para gritar campeón. Para lograr ese desahogo contenido desde siempre. Encima, también salieron de la zona de clasificación a Copa Libertadores, puesto ahora ocupado por la Universidad de Chile.