Antonia Ramírez, la promesa de la velocidad que se bañó de oro en los Juegos Bolivarianos de la Juventud

Antonia Ramírez
Antonia Ramírez en los Juegos Bolivarianos de la Juventud. Foto: @_antoramirez / Instagram.

La atleta deslumbró en Sucre, ratificando una ascendente carrera que se cruza con la geología, su otra pasión.



Desde hace un par de años que el nombre de Antonia Ramírez (18) venía resonando en la escena del atletismo escolar. La ex alumna del Saint George marcó pauta gracias a resultados destacados en Sudamericanos y torneos como las NB Finals y el GPX Pc Factory.

Eso sí, nada se iguala a lo conseguido en los Juegos Bolivarianos de la Juventud donde conquistó el oro en los 200 y 100 metros, alcanzando además en esta última, la marca mínima para disputar el Mundial Sub 20 de la disciplina. En la otra prueba, su cupo en el evento planetario ya estaba asegurado.

Como si fuese poco, los 11,76 segundos que se demoró en completar los 100 metros la dejaron a solo una centésima de igualar el récord Sub 20 de Chile de Isidora Jiménez. En los 200, con sus 23,61, firmó la quinta mejor marca histórica del país.

Quería ganar el oro en los 200 porque era mi prueba fuerte, pero el primer día, cuando corrí los 100 y mejoré mi marca, fue como ‘chuta, puede ser acá también’. Fue una sorpresa, porque además la marca fue increíble”, relata a El Deportivo en medio de una ventana universitaria, donde también conversa sobre su pasión por la geología y en cómo llegó a ser una de las mejores velocistas del país.

El logro de Sucre también significó una explosión de mensajes de felicitaciones, muchos de ellos de reconocidas atletas del país. A sus 18 años agradece el vínculo que tiene con esas referentes. “Es una relación muy bacán. Yo ya he ido a entrenar un par de veces con las Pumas (relevo femenino 4x100) y ellas me apoyan mucho, especialmente la Ina (María Ignacia Montt), que fue a mi mismo colegio. Me responden las historias, me mandan mensajes”, relata.

Este impulso sin duda será importante para su siguiente gran desafío, el mundial Sub 20 de Lima 2024: “Lo primero es pasarlo súper bien, intentar hacer mis mejores marcas y estar a mi mejor nivel. Yo y mi entrenador sabemos que es difícil, pero si sale una final, estaremos más que satisfechos”.

Geología, pandemia y Curacaví

Gran parte de los hitos de la vida de Antonia están ligados a Curacaví, la comuna en donde vive. Su conexión con el atletismo radica especialmente en el tiempo de pandemia, donde dio el gran salto. “Vivo en una parcela, entonces tenía áreas para poder correr, hacer ejercicios, trotar. Eso me sirvió mucho”, cuenta la atleta, quien después del parón por el Covid logró hacer 12,50 segundos en su primera prueba de 100 metros. “Fue una explosión de buenas marcas y rendimiento, ahí supe que la velocidad era lo mío”, añade.

Otro factor ligado a la comuna es su deseo de ser geóloga, aprovechando el entorno natural donde vive. Por lo mismo cursa su primer año del Plan Común de Ingeniería y Ciencias en la Universidad de Chile, única vía para optar a esa especialidad.

“Cuando chica me gustaban las piedras, los colores y ahí mi mamá me contó la existencia de esta carrera. Me gustó la idea y empecé a hacer cursos de verano en la Universidad de Chile, tomé inducción a la geología, otros de montaña y así me empezaron a gustar los volcanes, los sismos. Cuando hay un sismo, un terremoto, etcétera, yo me emocionó. Me gusta mucho esa rama”, confiesa la deportista, quien también aspira a brillar en esta apasionante carrera.

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