Antonio Cabrera (40 años) es el actual campeón panamericano de ciclismo y hoy enfrenta un escenario de incertidumbre para su futuro, pues la Federación Deportiva Nacional de Ciclismo decidió revocarle hace un mes su licencia para competir. Y si bien apeló a la Comisión Nacional de Arbitraje Deportivo y esta le dio la razón, aún no le es restituida. Entre los argumentos que se tomaron para castigar al oriundo de San Fernando se encontraba su comportamiento anterior y una denuncia por violencia intrafamiliar interpuesta por su expareja Stephanie Subercaseaux, la actualmente se encuentra en tramitación, pero sin un fallo. El pedalero dice que está cansado de batallar y a lo largo de esta entrevista repetirá varias veces que tiene miedo, pero espera llegar a Santiago 2023, donde pretende ponerle punto final a su carrera.
¿En qué está la causa por violencia intrafamiliar que se sigue en su contra?
No hay fallo, todavía está en Tribunales. Ella presentó la carpeta de investigación y yo la leí. ¿Sabes qué? Hace dos años, desde que me hicieron la funa, hasta el día de hoy, jamás me han llamado para declarar. Jamás. Yo podría decir “esto fue así o así”. Nunca. No he podido presentar ningún testigo, solo la funa en los diarios, pero nada más.
Precisamente esta situación fue utilizada por la Federación de Ciclismo para acusarlo. ¿Qué le parece?
Se están metiendo en mi vida personal y eso está en el Juzgado. Pero yo estoy tranquilo, porque nunca me he escondido de las acusaciones, siempre he ido de frente y espero pronto que se sepa la verdad y yo poder contar mis cosas. Yo ya estoy cansado, nunca he hablado del tema y lo quiero hacer porque hay mucha gente del ciclismo que se ha metido en mi vida personal y que me ha hecho mucho daño. A mí, a mi familia, a mi pareja, a mis hijos, a mi madre... Y lo he pasado mal, han sido dos años, donde he tenido mucho tratamiento psiquiátrico; he estado en tratamiento psicológico; me retuvieron mi beca; se metieron en mi trabajo; han escrito cartas a la UCI personas con las que jamás estuve; se han metido mujeres que jamás en mi vida estuvieron... Es algo en contra mía, hay una envidia tremenda en el ciclismo nacional. Es como una mafia la que está metida...
¿De qué vive, después de que le suspendieran la Beca Proddar?
Este último tiempo no se me ha respetado la presunción de inocencia, hay una ley que hace que no me llegue mi beca (n. del r.: el artículo 28c de la ley indica que si una querella por violencia es declarada admisible, se suspende la beca), y todo este tiempo he estado entrenando a gente, hay unos privados que siempre me están colaborando y estoy viviendo el día a día. Estuve trabajando en madera... Soy una persona que siempre se ha movido. Desde los 17 años trabajo y hasta el día de hoy. Yo soy un deportista que vive el día a día, no soy un deportista de buen apellido; soy un deportista al que le ha costado todo desde abajo. Soy un persona que ha luchado mucho y desde el 2014 que me vienen perjudicando.
¿Cuál es su relación con la federación?
A Marco Borie, el presidente de la federación, no lo conozco. Desde que asumió, jamás me ha llamado por teléfono, jamás me he reunido con él en la federación. Siento que, de las 13 medallas de oro que hubo en Perú, somos yo y Felipe (Peñaloza) los únicos deportistas que no tenemos clara nuestra preparación para los próximos Juegos Panamericanos en Santiago 2023. Yo con él jamás he cruzado una palabra. Entonces, no sé cuál es el motivo o lo que él tiene en contra mía. No sé, porque no lo conozco; no sé cómo habla, no sé en qué trabaja, no sé nada de él... Con el único que tuve contacto en esa federación fue con José Luis Algarra, un español que se supone que llegó de head coach y desapareció. Me mandó un correo diciéndome que no seguía más y no sé por qué lo echaron, si Algarra era un head coach imparcial. Él iba a hacer las selecciones y no a dedo, como está pasando ahora. Porque ya en la ruta están eligiendo a dedo...
¿Cómo ha repercutido este asunto en su compañero?
Felipe ha visto todo. Vengo trabajando con él desde los Juegos Odesur. Entonces, Felipe estuvo viviendo mucho tiempo conmigo, hacíamos las concentraciones en Colombia y con mi expareja. Él sabe mucho y es uno de mis testigos. Estaba un poco nervioso, porque no tenemos una planificación. La Federación no ha dicho nada.
¿Qué le dice el Comité Olímpico? ¿Lo apoya?
El Comité Olímpico hasta el día de hoy me está apoyando. El señor (Miguel Ángel) Mujica me está respaldando, pero por los conductos legales. He tenido el apoyo de ellos. Gracias a Dios, todavía estoy viviendo en el CAR y he hecho otra vida. Estoy súper contento de estar ahí, he hecho muchos amigos, he conocido muchos deportistas paralímpicos a los que veo y digo “hueón, lo que me está pasando ahí es un pelo de la cola”. Y eso me da ganas de luchar. Haber conocido ese mundo me ha dado vida.
¿Los plazos para competir en los selectivos ya vencieron?
El plazo venció el 18. A mi entrenadora Pilar Gallardo, quien ha sido maltratada por esta gente de la federación, le han hecho acoso laboral, y también la tienen castigada. Tampoco le han pasado la licencia. Yo considero que es la mejor técnico de Chile por todos los pergaminos que tiene. Es cosa de ver su currículum, es la entrenadora con la que sacamos oro en los Odesur y en los Juegos Panamericanos. La sacaron a ella primero y ahora me sacaron a mí.
¿Ha hablado con la nuevas autoridades del Ministerio del Deporte?
Yo tenía mucho contacto con la ministra Cecilia Pérez y gran parte de lo que he logrado sobrevivir ahora fue por la ayuda del gobierno anterior. Tuve muchas reuniones donde tuve que demostrar de lo que se me acusaba y ellos estaban esperando que me juzgaran, pero hasta el día de hoy eso no ha pasado. Ella fue un pilar muy fuerte en mi último tiempo como deportista. El que me haya apoyado significó que me pudiera meter tercero en una Copa del Mundo, tercero en un panamericano, ser campeón nacional sin tener recursos, ganándoles a deportistas con becas Proddar. Ahora traté de comunicarme con la ministra (Alexandra) Benado, tuve algunas conversaciones. Pero como llegaron recién, la cosa va un poco lenta.
¿Siente que ha fallado en algo, tomando en cuenta los motivos por los que se le acusa?
Mira, yo no me siento culpable de nada de lo que dice ella (Subercaseaux). Al contrario, yo la hice ciclista. Era una médico radióloga, empezó a practicar ciclismo conmigo y desde ese momento nos unimos. Fuimos bien unidos los dos. De hecho, todas mis peleas fueron por defenderla a ella. Todos los problemas que tengo hasta el día de hoy con exciclistas y algunos dirigentes eran porque a ella no la dejaban seleccionada. Decían que estaba apitutada, cuando ella siempre se ganaba los cupos y los técnicos no la dejaban seleccionada y ahí yo me ponía a pelear. Todas mis peleas en el ciclismo fueron por defenderla a ella.
Otra de las acusaciones que le hace la federación es por haber tenido un altercado con un dirigente. ¿Qué dirigente fue?
Germaín Pérez es una persona que me viene molestando desde cuando estuvo en la federación anterior. Lleva como 10 años en el BMX. Es una persona con la que nunca me quise sacar una foto y desde ahí empezaron los problemas. Cuando gané Odesur, él se ponía para la foto y nunca recibí el apoyo de él. Creo que está siendo manejado por otra gente que no se nombra. En el ciclismo siempre hay personas por abajo que manejan la situación y pienso que Germaín Pérez se está dejando llevar por personas por las que no tiene que dejarse llevar. Él ya estuvo en una federación que sacaron y ahora aparece en la nueva federación y, ojo, que ya tuvo problemas con un deportista del BMX.
Entonces, fue Germaín Pérez con quien protagonizó este presunto incidente.
Él fue. Germaín Pérez mandó una carta en la que me acusaba de que yo lo había insultado. No sé en qué momento lo habré insultado, pero yo estuve todo el rato con mi pareja. Estoy hace casi dos años con mi pareja, Judith Olave, que es mi preparadora física; estuve con mi técnico Pilar Gallardo, a quien sí le hicieron acoso laboral. Imagínate que la sacaron hasta con guardias de la pista, siendo mujer. Entonces, yo no sé en qué momento, si estuve rodeado siempre de mis alumnos que estoy entrenando. Incluso, hasta gané el Campeonato Nacional. Eso sí, hice una declaración en mi Instagram, cuando gané la medalla de oro, que se la dediqué a mi entrenadora y puse ahí, por el maltrato que le dieron los dirigentes de la federación, y desde ese día Germaín Pérez no me ha dejado tranquilo.
El fallo de la Comisión ordena que le devuelvan la licencia. ¿No ha pasado aún?
No estoy en la lista de inscripción y me parece grave que le estén diciendo que no a la Comisión y me parece que es una falta de respeto y una ignorancia de los dirigentes no hacerle caso. Me parece sumamente grave y ojalá tomen cartas en el asunto pronto, porque ya basta de que los dirigentes que tenemos, que aparte que no saben de ciclismo, estén pasando a llevar las instituciones que hay acá en Chile. Créeme que con esos dirigentes no llegamos a ningún lado. Es lo que yo vengo peleando. Llevo 22 años en el ciclismo, viejo. ¡22 años! Y es primera vez que veo a un tipo de dirigente así, tan malo.
¿Piensa tomar alguna acción legal contra la federación?
Sí, estoy viendo con mi abogado (Néstor Gómez) la forma de cómo querellarme contra estas dos personas que están al mando la federación. Ojalá que haya un cambio, ojalá que las autoridades vean que la federación está actuando mal. No solamente va a ser hoy día conmigo, más adelante, por la forma que actúan, puede ser con otros deportistas, y espero que, así como sacaron a la otra federación, puedan sacar a estos dirigentes. Y así como ellos exigen gente joven, nosotros también necesitamos gente joven, profesional y que sepan del deporte.
¿Esto tiene que ver con que atentarían contra su libertad de trabajo?
Me están molestando en mi trabajo. Vengo sufriendo, me siento perseguido. Estoy con tratamiento psicológico y psiquiátrico... Tengo miedo de que me maten, siento que hay una mafia tremenda en el ciclismo. Estoy pensando si pongo en la Policía de Investigaciones una orden de protección, porque yo les tengo miedo y mi pareja igual. Nosotros andamos perseguidos (...). Salgo a entrenar con cuidado, pensando en que alguien me puede pasar a llevar con un auto, ando con miedo de que, si voy a un selectivo, me echen algo en el agua o me infecten algún alimento.
¿A ese nivel?
Ese es el nivel que hay hoy en día en la federación. Yo les tengo miedo. Es que tú no te imaginas cómo mataron mi imagen.