Al Manchester City le faltaban pocas cosas para ser un equipo perfecto. Ahora, con Erling Haaland como punta de lanza, lo logran. Los de Pep Guardiola se han transformado en invencibles para sus rivales. En el fútbol no se puede ganar siempre, es estadísticamente improbable, por eso hace algunas semanas igualaron ante Aston Villa. Pero cuando las diferencias son siderales poco se puede hacer. Y eso lo sufrió el Manchester United, su vecino, este domingo: 6-3 para los celestes.
Al instante en que el juez Michael Oliver dio el pitazo, la cancha fue inclinándose a favor de los ciudadanos. Con el buen pie de sus volantes hacían rotar la pelota y los de rojo corrían atrás de ella. Al final del duelo, la estadística de la posesión no fue tan dispar (54-46), sin embargo, la diferencia en la toma de decisiones, sobre todo en el primer tiempo, era notoria.
El primer gol del partido fue a los 8′. Bernardo Silva arremetió por la izquierda, centró a ras de piso y en posición de goleador apareció Phil Foden. El chico inglés disparó de zurda, un tiro alto, y batió a David de Gea, que ya había intervenido antes, evitando que la apertura de la cuenta fuese más temprano aún.
Claro que el dominio definitivo llegó pasada la media hora y tiene un nombre propio: Erling Braut Haaland. Es una cosa de locos lo que este noruego, de solo 22 años, está logrando en la Premier League. En el derbi dominical no solo marcó tres goles, al igual que Foden, sino que otorgó dos asistencias. Poder de fuego y relevancia demoledora. Imparable.
Anotó para todos los gustos y colores. El primero de cabeza, tras un tiro de esquina servido por Kevin de Bruyne; el segundo barriéndose para cazar un pase extraordinario del mismo belga —otro que tiene el panorama clarísimo—, y el tercero empujando la bola, con fuerza hacia el centro del arco, luego de un pase desde la izquierda de Sergio Gómez.
Los flashes pueden ser para cualquiera en la escuadra de Guardiola. Pero hoy tuvieron dos protagonistas. Phil Foden, al cierre del primer tiempo, apareció por la derecha para batir a de Gea tras un gran centro de Haaland. Era el 4-0. La misma conexión se dio para el 6-1, el gigante noruego se la tocó al talento británico y este, que apareció increíblemente solo, superó al golero español con un remate ajustado al primer palo.
Las falencias defensivas del United fueron desnudadas por el mejor equipo del momento. Diogo Dalot no dio pie con bola en su sector. Pese a no equivocarse mucho en las entregas, fue superado en todo momento. Lo mismo que el novel Tyrell Malacia, quien fue sustituido iniciando la segunda fracción.
Cristiano, mero espectador
Si era 6-0, nadie decía nada. Pero los diablos rojos lograron decorar el marcador. Primero con una joya del brasileño Antony, que a los diez minutos del complemento sacó un sorpresivo disparo desde fuera del área, que no pudo despejar su compatriota Ederson pese a la estirada. Los otros dos descuentos fueron en la agonía. Con el City con algunos cambios menos en la marcha. Anthony Martial marcó de cabeza, luego de un rebote corto del portero del local. Y sobre el pitazo final lo hizo vía penal.
Erik ten Hag, entrenador del United, realizó sus cinco opciones de cambio, pero Cristiano Ronaldo no ingresó. De los suplentes, entraron Victor Nilsson Lindelof, Luke Shaw, Casemiro, Anthony Martial y Fred. Demás está decir que las modificaciones no dieron resultado. Pese a que el francés decoró el resultado.
Acostumbrado a disputar los grandes partidos, el artillero portugués atraviesa uno de los momentos más complejos de su exitosa carrera. Sin ser titular, se ha visto enfrascado en más de una polémica durante la temporada. Incluso el técnico le reprochó su actitud durante los partidos amistosos previos al curso actual.