Nicolás Jarry (28°) completó un gran encuentro ante Carlos Alcaraz (1°). Más allá de caer en cuatro sets por 6-3, 6-7(6), 6-3 y 7-5, el chileno dio una gran impresión en La Catedral. Es un hecho que se ganó el cariño de la gente que asistió a ver el encuentro por la tercera ronda de Wimbledon. En ocasiones, cuando el tenista nacional lograba un punto destacado, la ovación que caía era grande.
De hecho, el mismo deportista destacó que el público se sintió durante su enfrentamiento con el número 1 del mundo. “Me gustaría volver al 100 por ciento y tener más partidos como este. Es donde quiero estar. La energía es increíble, se siente como la gente aquí es amante de este deporte. Fue una tremenda experiencia”, dijo tras el partido.
De esta manera, una vez consumado el choque, y luego de despedirse de su contrincante, cuando Nicolás Jarry salía de la cancha se llevó una gigantesca ovación del respetable. El chileno respondió saludando con sus manos y se acercó a los fanáticos que estaban más abajo en las tribunas para firmar algunos autógrafos.
Otro de los gestos que llamó la atención en la jornada, fue que cuando todos esperaban que se fuera, Jarry extrajo de su bolso cuatro raquetas y se las regaló a los niños que esperaban por algún obsequio, algo poco común en este tipo de instancias. “Me sentí muy bien. Fue una tremenda experiencia jugar en la cancha central. Los detalles marcaron el partido, pero lo dejé todo y jugué a un buen nivel”, señaló tras el cotejo.