De aquel "gol fantasma" de 1976 a esta final súper mediática entre River y Boca
Hace 42 años, el "xeneize" se quedaba con una final de la que apenas existen imágenes.
La última, y única, vez que River y Boca jugaron una final Argentina era gobernada por la dictadura militar y al expresidente Juan Domingo Perón no se lo podía nombrar. Los sitios y calles que habían sido bautizados con la gracia del creador del peronismo pasaron a llamarse de otra forma. Uno de los mayores ejemplos fue la cancha de Racing Club, que fuera construida gracias a un decreto firmado por el General en 1946, durante su primera presidencia. Ese fue el escenario de la que hasta este miércoles es el único antecedente de una final de copa disputada entre los dos equipos más importantes del país. Fue el 22 de diciembre de 1976 y el triunfo fue para el xeneize gracias a una falta cobrada en el minuto 76 por Rubén Chapa Suñé, un gol del que sólo quedan como registro un par de fotos.
Aquella final quedó en el recuerdo de los argentinos como la del "gol fantasma". Uno de los tantos más gloriosos para la historia de Boca, pero que casi nadie filmó ni fotografió, porque Suñé pateó antes de que el portero Ubaldo Fillol -campeón del mundo en 1978 con Argentina- arme la barrera, el árbitro convalidó el tiro, y la pelota entró, perfecta, en el ángulo izquierdo de River. El Chapa sorprendió a todos los que estaban en el estadio. Algo que no pasará en la final que se juega este miércoles, a la que Boca accede por ganar la última liga y River por quedarse con la copa Argentina, y que cuenta con la presencia de unos 300 medios de comunicación televisivos, radiales y escritos, nacionales y extranjeros. Esta vez, ningún detalle pasará desapercibido.
Sin embargo, de aquella noche auriazul queda el registro escrito de los medios que estuvieron presentes, sobre todo, la recientemente desaparecida revista El Gráfico, arqueología del fútbol argentino de todas las épocas. River y Boca jugaron la final para definir al campeón del Nacional 76, en tiempos donde la liga argentina se desdoblaba en dos campeonatos, Nacional y Metropolitano. No iba a ser una liga normal. Incluso, estuvo a punto de suspenderse por falta de dinero, hasta que la firma Nobleza Piccardo, que en Argentina comercializa los cigarrillos Lucky Strike y Camel, aportó los fondos necesarios. No sería una liga normal: ese año debutó en primera división Diego Armando Maradona con la camiseta de Argentinos Juniors.
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