Araos vs. Felicevich: el cara a cara en tribunales por la millonaria demanda del futbolista contra la U
El volante y su exagente, quien lo llevó a Corinthians, y que hoy asoma en la vereda del frente como testigo de Azul Azul, declaran frente a un magistrado. El chileno acusa a la concesionaria de no pagarle el 10% de su transferencia al equipo Paulista.
Angelo Araos se enfrenta cara a cara con Azul Azul. Por primera vez desde que comenzó el juicio contra su exclub, quien alguna vez defendiera a Universidad de Chile toma la palabra y exige que se le pague el dinero que se le adeuda al momento de ser transferido a Corinthians, en 2018. Lo hace vía zoom, en una audiencia que llevó adelante el tribunal laboral y que tuvo un condimiento especial: lo puso frente a su exrepresentante, y quien lo llevó a Brasil, Fernando Felicevich, hoy testigo del equipo laico.
Cabe recordar que, Araos demandó a Azul Azul por la suma de US$ 500.001 ($ 388.000.000) por concepto de su derecho legal a recibir el 10% del total de la transferencia, que en su momento golpeó el mercado chileno. En julio de 2018, Corinthians desembolsó US$ 5 millones a las arcas de la U, correspondientes a la cláusula de salida del futbolista formado en Antofagasta.
Azul Azul diseñó un contrato que hoy tiene disconforme al futbolista. Se acordó, según establece la primera cláusula del documento, un préstamo con opción de compra a cambio de US$ 4.500.000. De ese monto, los estudiantiles se quedaron con US$ 2,5 millones, mientras que Antofagasta se anotó con US$ 2 millones.
Este 8 de julio, la magistrada Patricia Salas llevó adelante la audiencia que enfrentó a Araos a su exclub, la U. Entre los testigos de la concesionaria figuraba su exagente Felicevich e Ignacio Asenjo, hoy gerente estudiantil.
Araos fue uno de los primeros en tomar la palabra. Respondió las preguntas de José Joaquín Laso, el abogado de la U.
“Buenos días, todo bien”, fueron las primera palabras de Araos, visiblemente nervioso. “Acomode su cámara para que esté de una manera correcta en la audiencia”, le recriminó la magistrada.
“¿Conoce a Fernando Felicevich? ¿Quién es?”, le preguntó Laso al futbolista. “Sí, es mi ex empresario”, respondió.
Lo cierto es que Araos nunca logró sentirse cómodo. Al momento en que se le consultó por la compra de sus derechos, el volante fue tajante. “Amigo, yo no sé nada de eso. Solo sé que cuando fui a Universidad de Chile recibí mi 10% por el traspaso. (...) Creo que Universidad de Chile (lo pagó). No sé si lo pagó Antofagasta o Universidad de Chile, pero sí lo recibí”, respondió.
Ante la insistencia de los abogados de la concesionaria, Araos volvió a desligarse. “Mmm… Amigo, yo de verdad no sé mucho de eso. Yo me dedica a jugar y a entrenar, no sé mucho de eso. No me acuerdo si firmé eso o no”, repitió.
“¿Tiene conocimiento si la primera oferta que el club Corinthians fue aceptada o rechazada por Universidad de Chile”, le consultaron al ex azul. “De verdad que no lo recuerdo”, dijo el deportista.
“¡Ah! fue aceptada yo creo. Por eso estoy en Corinthians (...) Nunca firmé finiquito con la U de Chile, pero dejé de jugar por la U de Chile cuando me fui a Corinthians a mitad de 2018. Firmé un contrato nuevo como hace un año y medio, pero no sé la razón de porqué lo firmé”, se defendió.
Luego fue el turno de Fernando Felicevich. El empresario argentino estuvo por cerca de 20 minutos frente a la magistrada. No tuvo problemas para explicar el proceso de la salida del jugador de la U.
“¿Usted es argentino? ¿No tiene segundo apellido?”, le pregunta la magistrada Salas. “Sí, si tengo, Pero no se utiliza. Es Carrillo, es bien bonito”, dice el representante. Posteriormente le toman juramento y comienza su relato.
“Soy agente de fútbol, tengo una compañía con oficina en Chile, Perú y Argentina. Con un grupo de siete agentes representamos a cerca de 300 jugadores”, dice a modo de presentación.
En relación a su vínculo con Araos, el también agente de Arturo Vidal señaló que “su representante, Francesco Barbera, se acercó a mediados de 2018 a nuestra oficina para generar una asociación para explorar alguna transferencia a mercados extranjero del señor Araos, donde él no trabaja. Nos presentó al jugador y empezamos a trabajar en eso”, epxlica.
La relación entre la empresa del empresario argentino y el futbolista que hoy milita en Corinthians terminó a los pocos meses. Araos decidió firmar con la agencia AIM. “Durante el primer año de 2019, él rompió de manera unilateral el contrato. Firmó con una empresa chiquita chilena (AIM). Ahí yo dejé de tener contacto con él”, dice.
Felicevich explica la dificultad del negocio que implicó sacar a Araos de la U: “El valor que estaba en el contrato, que habían fijado los clubes como mínimo, que eran cinco millones de dólares, era una cifra alta para un jugador que seis meses antes estaba jugando en un equipo mediano chico de la liga chilena. No tenía la experiencia, no había participado regulamente de selección nacional, ni categorías inferiores ni en el adulto. Lo que plantaba Corinthians y otros equipos brasileros era comprar un porcetanje de los derechos económicos del jugador. Eso permitía a los clubes tener parte de los derechos del jugador y tenerlo en una vitrina más atractiva”, dijo.
“(...) La solución que se encontró es que la U vendiera al contado y Antofagasta aceptara recibir su pago durante el primero año de contrato de Araos con el club brasilero. Ahí surgió el tema de las garantías de pago. Lamentablemente, los clubes brasileros tienen una historia de incumplimiento de pagos. Antofagasta no estaba dispuesto a financiar ese 50% sin garantías”, revela el transandino.
Según explica Felicevich, Araos estuvo dispuesto a renunciar a su 10% de la transferencia para realizar la operación. Algo, que según lo que dice el futbolista, no recuerda. “Era una condición aceptada por todos por el negocio. Él estaba de acuerdo en no aceptar el 10% que le correspondía porque el contrato de cinco años con Corinthians era muy ventajoso en condiciones económicas. Era un esfuerzo que él estaba dispuesto hacer, un esfuerzo que hicimos todos. Usted me preguntó si cobré comisión por este negocio, y no. Acepté no cobrar ninguna comisión y el jugador aceptó por firmar un contrato mucho mayor allá”, cerró.
La resolución del caso se dará a conocer este martes, a las 16 horas. Mientras Araos exige los US$ 500.001, Azul Azul asegura estar al día. La justicia tendrá la última palabra.
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