Una de las curiosidades que dejó la primera fecha del Torneo Nacional fueron los números que lucieron en su camiseta los jugadores de O'Higgins durante el duelo que disputaron ante Huachipato en Talcahuano. A modo de campaña publicitaria, el cuadro de Rancagua se presentó con una indumentaria que tenía papas fritas con kétchup formando números en la espalda de los futbolistas, una acción que tuvo repercusión nacional e internacional.

Y aunque en el conjunto de la Sexta Región celebraron la medida, esta podría acarrearles problemas por contravenir el artículo 36 de las bases del campeonato, donde se explicita que, además de medir 25 centímetros, los números deben tener el contraste adecuado para ser legibles "tanto para los espectadores que asisten a los estadios, como para los televidentes".

El juez del compromiso en cuestión, José Cabero, consignó en su reporte del juego la situación de las camisetas y fue enfático para asegurar que los dorsales de la equipación de los visitantes representaban una transgresión a la norma antes mencionada. "El equipo de O'Higgins presenta una camiseta rosada la cual tiene unos números amarillos que no son visibles para el equipo arbitral, televisión y público, por lo que no cumple con el artículo 36 de las bases del campeonato nacional", escribió el árbitro. Por esta razón, el club de la Sexta Región arriesga una multa de hasta 20 UF.

Mientras, desde McDonald's Chile respondieron también por el tema, pues en O'Higgins aseguran que la idea surgió desde la marca. "En relación a la numeración de las camisetas del Club Deportivo O'Higgins de Rancagua en el partido de ayer, McDonald's Chile destaca que su objetivo fue desarrollar una acción comunicacional innovadora como las que realiza constantemente durante todo el año, manteniendo nuestro compromiso con la creatividad y la búsqueda de nuevas formas de comunicación", expresaron desde la marca de alimentos, mediante un comunicado.

En el informe del duelo entre la Universidad de Chile y Cobresal, en tanto, no hubo mención a las camisetas ni sus números, aunque la indumentaria de Cobresal presentó evidentes complicaciones de legibilidad, al menos desde las tribunas del Estadio Nacional.