Este viernes, en el estadio Monumental, Colo Colo volverá a recibir el apoyo de sus hinchas antes de un Superclásico. Como suele suceder antes de cada enfrentamiento ante Universidad de Chile, y en otros encuentros de relevancia para el club y los aficionados, serán miles los fanáticos que llegarán hasta Macul para brindarle aliento a la escuadra de Gustavo Quinteros. El objetivo es claro: contribuir desde el plano anímico a mantener un invicto en casa que ya suma 22 años y, en el mejor de los casos, con una victoria a costa del archirrival.
El Arengazo como le denominan los fanáticos albos, precisamente para diferenciarse del Banderazo azul, es una actividad, a estas alturas, previsible. De hecho, en Colo Colo dicen que le notificaron a las autoridades respectivas su realización. En el club afirman que aún esperan una respuesta. Puntualmente, de Estadio Seguro, la repartición pública que se encarga de velar por el normal desarrollo de las espectáculos deportivos y de las actividades conexas, como establece la ley para estos casos. Sin embargo, en Macul afirman que nunca se produjo. Y evidencian extrañeza.
Consecuencias y plan de acción
Concretamente, en el Cacique precisan que la autoridad no se pronunció. La consecuencia es que el orden público no se resguarda lo que, en la práctica, puede generar inconvenientes en el entorno del recinto. En ese escenario, Colo Colo asume la organización, precisamente para mitigar el impacto que puede producir una masiva presencia de fanáticos en el exterior del reducto.
Ahí reside una de las particularidades que tendrá esta versión del Arengazo: los albos decidieron distribuir tickets gratuitos para el ‘evento’ a través del sistema Puntoticket, el mismo que utilizan para vender entradas. En la práctica, la plataforma permite conocer las identidades de los asistentes y controlarlas a su ingreso, tal como ocurre en el desarrollo de un partido de fútbol. Se dispondrá de 10 mil boletos para el sector Cordillera.
La organización contempla otros aspectos, también relativos al normal desarrollo de la reunión: el club debió contratar 105 guardias para los accesos y el coliseo y disponer de dos ambulancias. Además, 60 vigilantes custodiarán los márgenes del campo de juego, para evitar eventuales invasiones.
En Macul asumen los costos, pero no dejan de evidenciar la inquietud. “Es preocupante que la autoridades deje a los clubes solos en esto”, puntualizan.