Argentina aprovechó su vértigo en el momento preciso para vencer por la mínima a Uruguay

El gol de Guido Rodríguez, el volante que dirige Manuel Pellegrini en el Betis, fue suficiente para dejar a la Albiceleste como puntera junto a Chile en el Grupo A de la Copa América. Un inicio notable le bastó a los dirigidos de Lionel Scaloni para lograr el triunfo ante la Celeste, que tuvo la pelota, mas no la profundidad.



El Clásico del Río de La Plata se decidió para el lado argentino. El equipo de allende Los Andes sacó ventaja en el momento preciso y derrotó por la cuenta mínima a Uruguay, en el debut de los charrúas en esta Copa América. Un triunfo que le permite a los transandinos alcanzar el primer puesto del Grupo A junto con la selección chilena.

A Argentina le bastó menos de un cuarto de hora para comenzar a despejar las dudas que dejó en el debut ante Chile. Quince minutos en los que le pasó por arriba a la Celeste, que e vio incómoda en el inicio del duelo en el Mané Garrincha de Brasilia.

Lionel Messi dio el primer aviso a los 7′, pero Fernando Muslera estuvo notable tapando el gol de la estrella del Barcelona. Un cabezazo de Rodrigo de Paul fue el segundo aviso. Pero la tercera ahora sí fue la vencida: el bético Guido Rodríguez no falló a los 13′ y, con un cabezazo perfecto tras centro de La Pulga, el dirigido de Manuel Pellegrini abrió el marcador.

Entonces comenzó otro partido. Por iniciativa propia, la Albiceleste se recogió en el campo de juego, retrocedió sus líneas y entregó la pelota a su clásico rival.

Fue la mejor manera de darle un quiebre al juego. Porque si hay algo que le molesta al cuadro de Óscar Tabárez es tomar la iniciativa. El DT Lionel Scaloni cerró la puerta, bajó sus dos líneas de cuatro y los orientales quedaron sin ideas.

Ni siquiera las pelotas detenidas, una de las grandes fortalezas del equipo charrúa pudo hacer la diferencia. Así, con ingenio y pragmatismo, el cuadro transandino se fue en ventaja en el primer tiempo.

Misma tendencia

En el tiempo complementario, Argentina no perdió la compostura. Siguió el mismo libreto, al pie de la letra, para esperar pacientemente el error del rival. No hizo más que confirmar la desesperación de la Celeste, que no encontraba cómo romper las ordenadas líneas de Messi y sus compañeros.

Pero a los 69 minutos llegó la más clara de Uruguay. Sin embargo, el centro cruzado desde la izquierda de Matías Viña no logró se conectado por Edinson Cavani, ni tampoco por Luis Suárez.

En los minutos finales, los argentinos apretaron un poco más para sellar el partido. El ingreso de Joaquín Correa y Ángel di María le dieron más vitalidad a la ofensiva, mientras el rosarino intentaba desacomodar a la zaga del adversario.

Una derrita dolorosa para los orientales, que no han podido marcar goles en últimos tres partidos oficiales, dos por las eliminatorias y del último ahora en Brasil.

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