Argentina fue un sparring. Un equipo inocente ante una selección que se prepara con todo para recuperar el trono que consiguió en 2010. Los de Lopetegui humillaron sin consideración a un cuadro transandino que no contó con Lionel Messi, por lesión. Un 6-1 categórico en el Wanda Metropolitano. Una avalancha de dudas para la Argentina de Jorge Sampaoli.
Es justo decir que el primer tiempo fue parejo. España metió las que tuvo, e Higuaín falló lo que suele fallar. Con un pobre Banega reemplazando la ausencia de Messi, el fuerte del ataque de Sampaoli se lo llevó Meza y Lo Celso, de correcta primera mitad.
Pero el mediocampo compuesto por Mascherano y Biglia jamás tuvieron chance contra Iniesta, Isco y Asensio. Un tridente que hizo añicos la defensa argentina, con una jerarquía sin precedentes, que retrató todas las falencias de un equipo que, sin Messi, no merece estar en el Mundial.
El primer gol fue de Diego Costa, tras una pelota perdida de Lo Celso. En la jugada del gol Romero tuvo que salir lesionado tras un golpe en su brazo. Entró Caballero, sin saber lo que se le venía.
A los 27', un centro de Asensio que ningún defensa pudo interceptar encontró a Isco, que solo tuvo que empujarla. A los 39' no obstante, vino el descuento de cabeza de Otamendi tras un córner, donde De Gea tuvo gran responsabilidad.
El partido estaba abierto y la diferencia entre ambas escuadras era mínima. Pero en el segundo tiempo todo cambió. Sampaoli adelantó las líneas y se regaló atrás. Isco y Aspas aprovecharon tales espacios y se dieron un festín con una zaga rival que parecía amateur. Primero fue Iniesta, a los 52', que centró para Aspas, este se escoró hacia la derecha y esperó que apareciera Isco, que remató con fuerza al primer palo de Caballero.
Solo tres minutos más tarde, un error en la salida permitió que el volante del Real Madrid recuperara el balón en el borde del área contraria, cediera a Aspas y este para Thiago, que batió sin problemas al arquero suplente.
La fiesta ibérica no acabó allí, luego de que el mismo De Gea asistiera a Aspas con un pase largo, que pilló desprevenida a la defensa. Caballero salió de su área de manera desesperada, pero solo para ser batido por Aspas.
El sexto, cómo no, fue de Isco. El malagueño cerró una goleada histórica tras pase de Aspas a los 74'. En el final del partido, los argentinos comenzaron a golpear en señal de impotencia y los jugadores se enfrascaron en discusiones que casi llegan a los golpes. El árbitro, tiempo reglamentario cumplido, le dio término al partido y al suplicio transandino.