Se sabe que Tomás Schwencke es bueno para el polo. En escolares e incluso en torneos contra adultos, el jugador se hizo conocido en el mundo del polo nacional. La fama llegó el día que David Stirling, un uruguayo con 10 goles de hándicap, lo destacó como el mejor proyecto nacional.

Y no es que lo haya visto en Chile. Pelón se dio cuenta de las capacidades del adolescente chileno en los pastos más exigentes, los de Argentina. donde entre otros logros ganó dos veces la Copa Potrillos. El charrúa y Schwencke compartieron una práctica en Buenos Aires y la imagen se le quedó pegada.

Es que Tomás fue el primer extranjero en obtener la Copa Potrillo, uno de los torneos juveniles más importantes del polo. Además, ganó el Abierto de Palermo en juveniles.

El muchacho se interesó en el polo después de que su padre comenzara a practicarlo hace unos ocho años. Es el único de los hermanos que se enamoró de la actividad, donde ha tenido en Antonio Iturrate un mentor. Precisamente fue Tono quien lo llevó a Argentina.

Hoy, Schwencke se fue a vivir con su familia a Buenos Aires, donde puede practicar todo el año sobre las mejores montas.

Chile, como le dicen en Argentina, asegura: "Mi mayor virtud es tener buena cabeza. Me cuesta perder la concentración y gracias a que hice equitación cuando era bien chico, sé manejar bien los caballos".

Schwenke juega en Centauro. "Me fui a jugar a Argentina porque es una de las mayores potencias. Fui para mejorar y subir mi nivel. Mi sueño es llegar a tener hándicap 10. Es un camino largo y difícil, pero vamos a llegar", ha dicho.