El futbolista argentino Alejandro Gómez no lo está pasando bien en los últimos días. Es que al Papu le ha tocado recibir una dura noticia: las autoridades antidopaje le han comunicado al campeón del mundo en Qatar 2022 que se le sancionó con una suspensión por dos años.
El jugador mientras defendía la camiseta del Sevilla dio positivo en un control que se realizó en noviembre de 2022, solo días antes de la celebración de la Copa del Mundo.
El control al argentino, flamante refuerzo del Monza de la Serie A italiana, fue sometido a un control antidopaje sorpresa durante uno de los entrenamientos con el Sevilla.
Una vez conocidos los resultados, el jugador señaló que días antes del examen había pasado una mala noche lo que lo llevó a tomar un jarabe de uno de sus hijos sin realizar la consulta previa a los médicos del club. Este comportamiento no está aprobado por las autoridades, ya que al menos debe informar antes de tomarlo.
Si bien el jugador y el club tenían conocimiento de esta situación hace meses, solo esta semana llegó el comunicado oficial con la sanción que lo aleja del fútbol por dos años.
Esta incertidumbre había llevado al Papu a esperar antes de tomar una decisión sobre su futuro, pero justo antes de recibir la resolución acabó firmando con el Monza con el que solo ha podido disputar dos encuentros en octubre.
Por lo mismo, ahora intentará apelar a la decisión, buscando una rebaja de la sanción para evitar un retiro anticipado del fútbol, considerando que el extremo izquierdo tiene 35 años.
Responsabilidad absoluta
A pesar de que Alejandro Gómez presentó las excusas para evitar una sanción aludiendo al consumo de un medicamento que tomaba su hijo, las normas antidopaje son estrictas y claras al señalar que tiene que ser el propio deportista es el que tiene que consultar la Lista de Prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) antes de ingerir cualquier sustancia o medicamento.
Además, no sirve culpar a un mal asesoramiento médico, pues esta situación tampoco exime al afectado de la responsabilidad.
La única forma legítima para consumir medicamentos presentes en la lista de restricciones es por motivos médicos legítimos si es que cumplen las condiciones que establece el Estándar Internacional para la Autorización de Uso Terapéutico (EIAUT). La autorización respectiva le permite al deportista consumir las sustancias sin arriesgarse a ser sancionado en el caso de que arrojara positivo en un control antidopaje.