Arias se queda en 626

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Boca Juniors logra igualar un partido que Racing ganaba 2-0 y acaba con la marca de imbatibilidad del arquero chileno.



Era el desafío más duro que los chilenos en Racing han debido enfrentar, y eso se notó. La Academia igualó 2-2 en el Cilindro de Avellaneda con Boca Juniors, que venía de clasificarse a las semifinales de la Copa Libertadores tras eliminar a Cruzeiro. Así, la escuadra de Díaz, Arias y Mena cortó una racha de seis triunfos consecutivos, pese a que hizo grandes méritos para extenderla. Pero sigue líder.

Los de Coudet buscaron marcar diferencia desde un principio. La presión y juego por las bandas incomodaban a los xeneizes, que se replegaban como si fuesen un equipo diminuto y apostaban al contragolpe. Así fue como el gol de Lisandro López no fue para nada una sorpresa (7'), a pesar del poco tiempo de juego.

En esta intensidad que propuso la Academia, fue importante el aporte que brindaron los nacionales. Díaz fue, como siempre, prolijo en la mitad de la cancha. Mena, por su parte, no desentonaba. Sus subidas eran constantes y los centros, un dolor de cabeza para el meta forastero, que dudó en más de una oportunidad.

Primera parte para el olvido para los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto, que terminó discutiendo airadamente con el árbitro y con el nacionalizado chileno Gabriel Arias, que dejó en 626 los minutos sin recibir gol.

El portero tuvo que ser atendido dentro de la cancha por problemas musculares, lo que encendió las alarmas en la Academia y, de seguro, en los médicos de la Selección. Siguió jugando.

En la segunda parte, Boca despertó. Fue en busca del empate, sabiendo que este resultado los distanciaba todavía de la cima del campeonato. Tuvieron oportunidades, pero carecieron de precisión, y lo pagaron caro. El puntero de la Superliga pasaba factura otra vez, y nuevamente era el capitán e ídolo, Lisandro López, quien aprovechó un error en la salida visitante para poner las cosas 2-0. Era locura en Avellaneda.

Pero los xeneizes no se rindieron. El descuento de Ábila (82') y la expulsión de Federico Zaracho le dieron vida nuevamente a Boca Juniors, que fue con todo. Y lo que no encontró en el primer tiempo lo obtuvo en el segundo. El colombiano Sebastián Villa puso el 2-2 (87') definitivo. Ambos goles con complicidad de exarquero de La Calera.

Al final del partido, Barros Schelotto volvió a dirigirse al colegiado, a discutir. Y por allí volvió a asomar el mencionado Arias, y aparecieron los empujones en una monumental gresca. Boca evitó la derrota. Racing tuvo a tiro mucho más, pero sigue líder.

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