Arley Méndez entra a la zona de competencia con confianza. Se sabe el mejor, saluda con una leve sonrisa a los asistentes al Campeonato Panamericano de levantamiento de pesas, en el pabellón doctor José Joaquín Puello, en Santo Domingo, e inicia la rutina. Al finalizarla, en el cuello luce tres medallas de oro. Son para Chile.

El campeón mundial de pesas, como se pronosticaba, fue dominador absoluto en el torneo en República Dominicana.

Primero, el cubano nacionalizado chileno levantó 170 kilos en arranque, garantizándose el oro en el movimiento. Intentó mayores marcas, pero no consiguió el objetivo.

Luego, logró alcanzar los 211 kilos en envión, estableciendo además récord panamericano de la categoría hasta 85 kilos, que él mismo batió en el Mundial de Anaheim, el año pasado. Hoy está a seis kilos del récord mundial del chino Tian Tao, que marcó en los Juegos Olímpicos de Río.

De esta forma, Méndez se hizo de los tres oros disponibles, pues, obviamente, también consiguió de la presea dorada en el total olímpico, sumando 381 kilos.

De paso, logró clasificarse a los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Pese a la jornada llena de éxitos, el pesista no quedó satisfecho con lo conseguido en La Española.

"Sí, obtuve las tres medallas doradas en el Campeonato Panamericano, pero mis sensaciones no son las mejores, ya que venía con expectativas mayores, que era hacer un poquito más en el total olímpico, es decir, hacer los 176 que fallé y hacer 215 y salió sólo lo que tenía que salir, que fueron las medallas de oro. Igual estoy feliz por estas tres medallas de oro para Chile, mi país", declaró Méndez después de la competencia.

"El fallo del primer intento en envión me impidió ir gradualmente en la competencia subiendo los kilos que mis entrenadores y yo teníamos planeado", agregó.

"Este peso para mí no representaba nada", dijo más tarde, respecto de su total olímpico.

El triunfo de Arley en tierras dominicanas era previsible. De hecho, el segundo puesto en envión lo consiguió el colombiano Brayan Rodallegas, con 166 kilos, y el bronce, el venezolano Keidomar Vallenilla, con 162.

Rodallegas también obtuvo la presea de plata en envión y en totales con 201 y 267, respectivamente . El cubano Olfides Sáez logró los bronces en envión y totales con marcas de 200 y 358.

Por estas diferencias es que las presentaciones de Méndez en torneos internacionales se proyectan siempre hacia el sueño mayor: conseguir una presea en unos Juegos Olímpicos. Al respecto, el deportista comenta: "Sobre Tokio, con estas marcas aún me falta, son 381 kilos total y creo que puedo hacer un poco más, quiero romper la barrera de los 400 kilos totales para llegar mejor preparado a los Juegos Olímpicos y ahí obtener una medalla, que ojalá sea la dorada".

Antes de todo eso, del 28 al 31 de mayo se llevará a cabo la halterofilia en los Juegos Sudamericanos en Bolivia. A esa competencia, Arley Méndez va con confianza. "Con esto gano en Cochabamba. No hay que confiarse, pero con lo que hice aquí, ganaría. Así que voy con todas", manifiesta.

Promesa verdadera

La de ayer no fue una promesa antojadiza por parte de Méndez. El actual campeón mundial aseguró estar peleando para que antes de Tokio 2020 pueda romper la barrera de los 400 kilogramos de total olímpico y barrer así con todos los registros establecidos en su categoría, de hasta 85 kilos de peso corporal.

No es una fanfarronería, pues, aunque aún le queda bastante peso por sumar, confía en que su proyecciónlo hará llegar a esa meta.

Dado al largo período por el que el cubano nacionalizado chileno no pudo competir, no son muchos los registros oficiales que posee. Por eso, mirar los resultados con que se coronó como el mejor del mundo es una buena vara para comenzar a medir. Allí, derrotó al iraní Kianoush Rostami, dueño del récord mundial en total olímpico, con 396 kilos. En aquella ocasión, Méndez sumó 378, 175 en arranque y 203 en envión. Ayer, en cambio, consiguió 381, 170 y 211, batiendo el récord panamericano en el movimiento de dos tiempos.

En seis meses logró sumar tres kilos, por ello es que confía en que seguirá cargando más peso sobre sus hombros. De hecho, en los últimos entrenamientos ha levantado 177 en arranque y 215 en envión. Sumando ambas marcas estaría a sólo cuatro kilos de la plusmarca mundial. Ayer, sus pretensiones eran 176 y 215, pero no lo consiguió.

A Méndez aún le queda bastante tiempo para prepararse. Instalado en la élite de la halterofilia, el deportista tendrá su revancha en Cochabamba, la próxima semana. Allá será nuevamente el favorito, aunque difícilmente logrará acercarse a su verdadera meta.

Valdés a la pista

Hoy será el turno de la otra esperanza nacional, María Fernanda Valdés, quien tomará parte en la categoría mayor, la de 90 kilos.

La abanderada nacional en Cochabamba 2018 está a la espera de que esa categoría, en la que consiguió el título mundial en 2017, sea incluida en el programa olímpico.