Era el gran temor del olimpismo chileno. Arley Méndez definitivamente no podrá competir en los Juegos Panamericanos de Lima, que comienzan oficialmente mañana. Sin él, Chile pierde una carta segura de medalla de plata. De paso, Arley cambia a 81 kilos de peso en las competencias, en un nuevo giro en su carrera.
Tras semanas de incertidumbre, de tratamientos y chequeos médicos constantes, finalmente no consiguió recuperarse. Una fractura por estrés en la tibia de la pierna derecha que acarrea desde el Mundial de Asjabad, donde el año pasado se convirtió en campeón mundial en arranque, le recrudeció a dos meses de la cita continental y nunca más pudo volver a levantar como antes.
El actual campeón panamericano específico en la categoría hasta 89 kilos confiaba en su debut por Juegos Panamericanos en Lima. Lo haría por Chile y en la categoría que se está proyectando para los Juegos Olímpicos (hasta 96 kilos), pero la dolencia en su canilla derecha, donde comienzan todos los movimientos en la halterofilia, siempre lo tuvo en duda. De hecho, él mismo manifestó a La Tercera suspicacias al respecto.
"El año pasado tuve un punzamiento de un nervio que me quitó la fuerza de la pierna izquierda. A raíz de eso, de apoyar tanto y cargar tanto la pierna derecha, sufrí una microfractura por estrés, que es normal, ya que estuve cargando mucho peso en esa pierna", profundizó en aquel momento. En aquella ocasión, el COCh debió enviar de urgencia a España -donde preparaba el Mundial- al quiropráctico que lo trataba en Chile, pues tenía problemas incluso para agacharse.
Finalmente, llegó hasta el Mundial de Asjabad, en Turmenistán, donde se quedó con el oro en el arranque con un levantamiento de 169 kilos. Y es paradójico. Incluso irónico. Si Arley no hubiese ido por ese oro en aquel entonces, probablemente nada de esto hubiese ocurrido.
En los últimos dos meses, el levantador se sometió a un tratamiento intensivo, dejando incluso a un lado las pesas durante este último mes. Recién el viernes terminó su terapia por la fractura. Y aunque los médicos le dieron el alta para competir, sólo lo hicieron bajo extremos cuidados. Pero fue él quien decidió no presentarse, temiendo que su situación pueda aún empeorar más. "Lo bajamos porque no quisimos que él tuviera una presión sicológica que se sumara a la recuperación", explicó al CDO el presidente de la Federación de Pesas, Juan Carlos Aburto.
Pero la situación de la pierna derecha era muy distinta. Aburto aclaró que hubo un error en el diagnóstico de la lesión del pesista: "Él tiene una inflamación en la membrana del hueso de acuerdo a lo último que supimos. Es una lesión menos grave que una fractura".
Desde este lunes el deportista había comenzado a entrenar nuevamente sobre la tarima, cargando discos y haciendo arranques y enviones, los movimientos fundamentales del levantamiento de pesas. Ayer, debía alcanzar sus pesos máximos, sin embargo, las molestias aparecieron de inmediato. Solo consiguió cargar 180 kilos en envión, y cuando sus pesos máximos siempre superan los 200, muchísima diferencia para un halterófilo de su categoría. De ahí que decidió desertar del sueño panamericano.
Ayer fue la última intención de revertir la decisión. El directorio del COCh, el de la Federación de Pesas, el entrenador y el deportista tuvieron una reunión durante la mañana, pero finalmente decidieron restarlo de la competencia para recuperarlo para el próximo Mundial.
El deportista viajará a Bulgaria el 21 de agosto, donde preparan un ciclo de entrenamientos para preparar el Mundial de Tailandia (septiembre) y luego el Grand Prix de Lima (diciembre) donde Arley se bajará a la categoría hasta 81 kilos, resistida por su entrenador, el búlgaro Giorgi Panchev. "La mayor posibilidad de clasificación y de pensar en una medalla olímpica está en la categoría de 81 kilos. Se pensó en 96 kilos, pero viendo los resultados, es mejor 81 kilos", se defiende Aburto.