Armas y amenazas a menores: Las polémicas de Ja Morant que lo tienen suspendido e investigado por la NBA

Pocos jugadores provocan tanto asombro en la NBA como Ja Morant. El base de los Memphis Grizzlies, de peinados extrovertidos y volcadas de All-Star, es el ícono de la nueva generación del básquetbol en Estados Unidos, logrando ser el emblema de la franquicia de Tennessee y dueño de premios tan relevantes como el de Rookie del Año (2020) y el del Jugador Con Mejor Progresión (2022). Además quedó séptimo en la lucha por el MVP de la temporada el año pasado.

Registros que asombran al tratarse de un jugador de solo 23 años. Pero que también chocan con una vida personal que muchas veces opaca el gran juego que suele mostrar sobre el parqué. De hecho, durante 2023 se está hablando mucho más de las polémicas de Morant que de su rendimiento en un equipo que marcha segundo en la conferencia Oeste y con el puesto a playoffs prácticamente asegurado.

Y es que el 12 de Memphis no ha parado de tener problemas, a tal punto de que la franquicia en la que es estrella indiscutida (promedia 27.1 puntos, 6.0 rebotes y 8.2 asistencias por partido) decidió apartarlo de manera indefinida. La noticia fue confirmada por el entrenador de los Grizzlies, quien aclaró, luego de que la organización anunciara dos partidos de suspensión para el jugador, que este realmente no tiene fecha de retorno al plantel.

La situación se produce por un video en vivo que subió Morant a Instagram, en donde se le veía a las 5:19 de la mañana dentro de un club nocturno portando un arma. El base se muestra frente a la cámara sin camiseta y con una pistola en su mano derecha, mientras rapeaba la música que sonaba en el recinto.

“Asumo toda la responsabilidad por mis acciones de anoche. Lo siento por mi familia, compañeros de equipo, entrenadores, fanáticos, socios, la ciudad de Memphis y toda la organización de los Grizzlies por decepcionarlos. Me voy a tomar un tiempo para recibir ayuda y trabajar en mejores maneras de gestionar el estrés y mi bienestar en general” escribió el basquetbolista una vez que el video fue viralizado y masivamente criticado.

Incluso la misma NBA tuvo que salir al paso de la situación e informar que tomarán medidas tras el polémico hecho. “Estamos al tanto de una publicación en las redes sociales que involucra a Ja Morant y estamos investigando”, dijo el portavoz de la NBA, Mike Bass, en un comunicado el sábado, por lo que las sanciones podrían aumentar.

Pero no ha sido la única situación en la que el apellido Morant se ha visto envuelto. Hace unas semanas el Washington Post publicó un extenso reportaje en donde se detallan dos incidentes que involucran al jugador nacido en Carolina del Sur. El periódico aclara que ambos episodios terminaron con informes policiales, pero no con arrestos.

El primero refiere a una denuncia realizada por un joven de 17 años que acusó a “Ja” de amenazarlo con una pistola luego de un partido amistoso de baloncesto que se jugó en la casa del base. Según las entrevistas realizadas por la policía, Morant “salió de su casa con una pistola en la cintura y su mano en el arma después de una pelea que tuvieron en la cancha”.

Por otra parte, el segundo episodio habla de un enfrentamiento con un guardia de seguridad en el estacionamiento de un centro comercial en Memphis.

“Todas y cada una de las acusaciones relacionadas con un arma de fuego han sido investigadas a fondo y no pudieron ser corroboradas. Esto incluye la investigación de la NBA del mes pasado, en la que no encontraron evidencia”, informó Jim Tanner, agente de Morant, en un comunicado emitido luego de la publicación del Post.

Tanner se refiere en esa última frase a un proceso que abrió la liga luego de que se hiciera pública una confrontación entre amigos y familiares de Morant con la comitiva de los Pacers tras un partido entre Indiana y Memphis el 29 de enero.

En dicho contexto, los jugadores de los Pacers habrían sido amenazados con un láser rojo, presuntamente de un arma, que fue emitido desde el auto en donde Ja Morant era pasajero.

“Si bien probamos que surgió una situación posterior al juego que fue de confrontación, según las entrevistas y otras pruebas recopiladas, no pudimos corroborar que ningún individuo amenazara a otros con un arma”, comentó en su oportunidad el portavoz de la NBA, Mike Bass.