Cada vez es más común que equipos europeos vengan a Sudamérica a fichar jugadores jóvenes, con proyección. Pero lo que no es común (y abre el debate, por consiguiente) es que el equipo que ha formado al futbolista manifieste su molestia con tal grado de elocuencia. Sin medias tintas. Así sucedió en Argentina con el caso de Gerónimo Spina, joven de Estudiantes de La Plata.
Es un central zurdo, categoría 2005, capitán, quien se va al Atlético de Madrid. La situación tomó otro tono con el potente comunicado que emitió el cuadro pincharrata, en donde expuso sin eufemismos su malestar por la partida del jugador, culpando también a su representación y al propio elenco español, por su actuar para sacar a Spina de la tienda que dirige Juan Sebastián Verón. De hecho, la nota se titula “Arrebato e ingratitud”.
“El juvenil Gerónimo Spina se va del club arrancado, arrebatado, pero por sobre todas las cosas, con una ingratitud manifiesta a todo lo brindado por la Institución a lo largo de su formación, y eso es lo que más duele. Pudo más la codicia, la mirada a corto plazo, el negocio fácil y mezquino, que la posibilidad de crecer dentro de un lugar que lo contuvo y formó durante toda su etapa de juveniles. Asesorado por su entorno y representación, pero fundamentalmente por su propia voluntad, el juvenil tomó la decisión de irse escondido y sin permiso por la puerta trasera del Club Estudiantes de La Plata”, comienza el comunicado.
“El Club Atlético de Madrid está arrebatando sin permiso alguno, un juvenil formado desde muy chico en nuestra institución, aprovechándose así de la desprotección legal que enmarca la cuestión, situación por demás sabida por el juvenil Spina, su entorno y representación, como así también por el mencionado, Club Atlético de Madrid. Las promesas inciertas e inescrupulosas de quienes ejercen la representación de juveniles es una amenaza constante que padecen los clubes formadores. El caso Spina NO es la excepción”, continúa.
“Estudiantes de La Plata se brinda por completo en la formación de sus juveniles, no solo desde lo deportivo sino también desde lo humano, invirtiendo en capacitación, alimentación y educación. Los juveniles asisten sin cargo al primer Bachillerato para futbolistas del país en el Colegio Estudiantes de La Plata. Se forman tanto en lo deportivo como en lo humano, dentro de un club que desde hace más de 100 años se destaca en la formación integral de sus deportistas. Hoy nos enfrentamos a un caso que nos deja perplejos y no hace más que manifestar la ingratitud a la formación integral brindada. El oportunismo codicioso para irse sin permiso alguno del lugar que lo formó, y aprovechando el vacío legal, no refleja en absoluto los valores que pregona el Club Estudiantes de La Plata”, sigue.
“Sobran los buenos ejemplos de aquellos jugadores que dignifican la historia de nuestro club. El sentido de pertenencia es la marca registrada que nos distingue. Innumerables futbolistas formados en la institución, muchos que han triunfado en las principales ligas del mundo, no hacen más que estar a disposición del club para lo que se necesite, y eso en definitiva es lo que nos abraza y nos hace reconfirmar el camino elegido a lo largo de los años”, añade.
“El repudio a la decisión tomada por el juvenil Gerónimo Spina, su representación y entorno, como así también hacia el accionar del Club Atlético de Madrid es absoluto. Confiamos en nuestros formadores y en nuestros deportistas, entendiendo que lo sucedido con el juvenil Spina no es más que un mal ejemplo y la excepción a la extensa y rica historia del Club Estudiantes de La Plata”, selló la institución.
Con este ejemplo, la duda que aflora es saber si otros equipos replicarán el accionar de Estudiantes y reaccionarán de esta manera ante una situación similar. ¿Servirá de precedente?