Que el básquetbol chileno está creciendo ya no solo es una promesa. Más bien, una realidad que de a poco se va construyendo de la mano de más organización y, claro, de los talentos que hacen los cestos nacionales más llamativos. Y ante eso, es que como nunca han salido jugadores nacionales al extranjero y en España se está convirtiendo en la base de las estrellas del futuro.

Son 14 los chilenos que empiezan o siguen sus carreras en el básquetbol español. Todos, con ilusión de hacerse un nombre en el deporte que aman. Partiendo por Ignacio Arroyo Varela, el mejor ejemplo, pues el base de 20 años acaba de firmar su contrato profesional con Estudiantes, donde disputará la Liga ACB, la segunda mejor liga del mundo. El nacional, campeón sudamericano Sub 17 con Chile, ya sumó minutos y se perfila como una figura de proyección tanto para su club como la Selección.

Arroyo es el más avanzado, aunque el básquet profesional español recibirá a otro chileno: Manuel Suárez (26 años) firmó con el Juaristi Iraurgi, que disputa la LEB Plata, es decir, tercera categoría del baloncesto ibérico, que empieza el 10 de octubre. Manny tendrá su primera experiencia en Europa luego de formarse en la NCAA y jugar la Liga Nacional chilena junto a Deportes Castro y CEB Puerto Montt.

En el básquetbol femenino también hay jugadoras construyendo sus carreras. La base Sendy Basáez (24 años) lleva seis años en el Viejo Continente, siempre jugando en España. La chilena, que ha estado alejada de la Selección en los últimos años, pertenece al CD Adareva de Tenerife, que disputa la Liga Femenina 2 y ya firmó su renovación para la temporada 2020-2021, cuyo inicio será el 3 de octubre.

“Sigo aprendiendo e intentando superarme todas las temporadas. Soy una jugadora que hace jugar al equipo y creo que peco bastante de eso, una de las cosas que estoy intentando agregar para complementar mi juego es esa hambre de gol”, dice la chilena.

Por su parte, Laia Soler, chilena-española de 19 años, se sumó al Joventut Badalona de la misma división que Basáez. La alera tuvo pasos por la Roja y tras estar en Boise State University en Estados Unidos, dio el salto a su país natal. Su vínculo con Chile no solo se resume al parentesco con su madre, quien fuera jugadora de vóleibol, sino que también vivió un tiempo en el que se formó como jugadora.

A las anteriores, sin embargo, hay que restarles a Catalina Abuyeres (23 años), quien disputó la LF2 la temporada pasada junto a Barakaldo y hoy está a la espera de resolver su futuro. Se debate entre estudiar y jugar en Chile o volver al básquetbol europeo. Todo dependiendo de cómo evolucione la pandemia.

El último caso es el de Samuel Bravo, campeón de Liga Nacional con Español de Talca y radicado en España, quien jugará en ADC Baloncesto que participa en la Primera Nacional de la Federación de Baloncesto de Extremadura, es decir, una división menor.

Pero no solo profesionales están llegando al Viejo Continente. También hay prospectos nacionales en academias y filiales, que engrosan la lista de chilenos en España.

Víctor Paulmann (15 años) completó su primera temporada en la cantera del Barcelona, eso sí, no exenta de complicaciones. “Llegué en agosto, estuve con los cadete A. Hice pretemporada con ellos, jugamos un torneo y en el último día me empezó a doler la espalda. Tenía una vértebra fisurada, así que pasé cuatro meses sin jugar. Después de recuperarme volví a mi equipo, el cadete B, generación 2005”, dice el alero de 1,97 metros. “Ese año me sirvió para entender mucho mejor el juego, tomar tiros. Espero este año agarrar más confianza y entrar más en la dinámica del equipo”, añade el joven quien ya está de vuelta a la Ciudad Condal.

Por otro lado, en la Comunidad de Madrid parece haberse creado una fortaleza para que los chilenos den el salto de calidad en su formación. La Torrejón Basketball Academy recibe nacionales que continúan sus estudios y comienzan a armar su camino en el parqué.

Ignacio Correa, uno de los primeros en llegar a la Torrejón (Foto: Febachile.cl).

Desde el año pasado ya habían algunos jugadores. Ignacio Correa (17 años) fue el primero en firmar en Torrejón, luego le siguió Ignacio Ansaldo (17 años), que se mantienen en la academia. También estuvieron Rodrigo Rivera y Bastián Fernández, pero el primero dejó el equipo a los meses y el segundo está en Chile viendo cómo seguir su futuro.

Correa y Ansaldo recibirán nuevos compañeros provenientes de su tierra. Branko Coro (17 años) y Nicolás Sahr (17 años) lo harán desde Magallanes, desde Osorno llegarán Benjamín Fehrmann y Joaquín Jiménez (17 años), desde Valdivia también se sumará Osvaldo Decoares (14 años). Además, Joaquín Pérez viajará desde Puerto Montt pero a la Spanish Basketball Academy, en la capital española.

No hay un vínculo oficial o un acuerdo para mandar jugadores, pero la Federación de Básquetbol de Chile conoce a los directivos y la infraestructura de la Academia de Torrejón, que recibe a jugadores tanto becados como quienes deciden pagar su inscripción. Desde ahí nace una nueva cuna para los cesteros nacionales.