El Inter de Milán venció por 1-0 al Liverpool en Anfield, pero gracias al 2-0 en contra en el partido de ida. Sin embargo, a los lombardos no les alcanzó para clasificar a los cuartos de final de la Champions League.
El encuentro estuvo marcado por la expulsión del delantero nacional, Alexis Sánchez, a los 63′, dos minutos después de que asistiera a Lautaro Martínez y el argentino anotara el único tanto de la noche. La salida del campo del chileno golpeó anímicamente al equipo y delimitó el rumbo del juego.
A esto se refirieron Simone Inzaghi, Jürgen Klopp y la prensa italiana, quienes destacaron el desempeño del atacante de la selección chilena, pero criticaron su ímpetu e irresponsabilidad en la fatídica jugada.
En ese marco, Arsene Wenger, exentrenador del Arsenal y de Sánchez también comentó el tema en cuestión, aunque el francés defendió al delantero e indicó que Fabinho, volante que recibió la entrada del Niño Maravilla, exageró e hizo trampa.
El exestratega apela a que la falta no fue excesivamente fuerte como manifestó el brasileño en cancha, además de que el goleador histórico de La Roja punteó primero el balón y la velocidad del movimiento lo llevó a golpear al centrocampista.
“Fabinho estaba haciendo trampa. Tal vez tenía dolor y estaba tocado. No se puede decir que fue completamente falso, pero podría haberse levantado más rápido”, aseveró el adiestrador de 72 años en BeIN Sports.
“Es una de esas faltas que cuando es uno de tus jugadores, dices que es inteligente. Cuando eres completamente neutral, dirías que Fabinho podría haber hecho menos. Lo tocó pero no quiso lastimarlo, tocó primero el balón”, sentenció el francés de 72 años.
La prensa no lo perdona
Uno de los puntos fuertes del equipo italiano fue la presencia de Alexis Sánchez como titular, aportando con su movilidad y capacidad para habilitar a sus compañeros. Sin embargo, en el recuerdo propio y de los hinchas estará la expulsión que terminó por hacer imposible estirar la llave.
Así lo reconoció la prensa italiana en sus notas. Passione Inter señala que “con el balón y sin él parece a gusto en el foso de Anfield, pero la retaguardia de los Reds siempre está atenta a sus inventos. Cae un poco lejos y recibe tarjeta amarilla por una muy mala intervención sobre Thiago, pero sigue siendo el único que sabe prender el semáforo”.
“Era el mejor en el campo, pero la tarjeta roja terminó las esperanzas de remontada del Inter. Error imperdonable del que debería tener más experiencia: apaga cualquier ambición de clasificación, con la complicidad de un árbitro muy severo”, complementaron.