Arturo Vidal da vuelta su suerte en esta temporada. Tras un inicio irregular, el Rey empieza a afianzarse en el Barcelona y a ganarse la confianza de Ernesto Valverde. Tras su buena irrupción en el duelo de mitad de semana ante el Inter de Milán por la Liga de Campeones, este domingo el DT alineó al chileno desde el primer minuto ante el Sevilla.

Y no decepcionó. El jugador nacido en San Joaquín aportó lo que acostumbra: despliegue, entrega y recuperación. El ex Bayern Múnich se hizo eje en la zona media, ayudó con mucho desplante a Arthur y Frenkie De Jong, sus compañeros en la zona media durante esta jornada, y empujó siempre al equipo hacia adelante.

El primer tanto del duelo corrió por cuenta de Luis Suárez, que logró romper el equilibrio con una chilena en plena área (27'). Luego, a los 32, apareció el chileno, quien solo tuvo que empujarla ante un buen pase de Arthur (aunque pudo celebrar el gol solo después de la confirmación del VAR). Dembélé (35') y Messi (78'), marcaron los otros dos tantos para estructurar el 4-0 definitivo.

Vidal se retiró de la cancha a los 70 minutos, bajo una ovación del Camp Nou, que agradeció de pie y con vítores la entrega del Rey y su encomiable esfuerzo para colaborar en todas las facetas del juego.

Ni las dos expulsiones que sufrieron los catalanes cerca del final del compromiso (el juvenil Ronald Araújo a los 87' y Dembélé a los 88') opacaron sus buenas sensaciones, pues el elenco recuperó la confianza con una goleada y sumó 16 puntos, por lo que ahora es sublíder de La Liga, apenas dos unidades por detrás del puntero Real Madrid.