Arturo Vidal no se resigna. La Selección, tampoco. El Rey recibió un enérgico castigo por la infracción que cometió sobre el ecuatoriano Félix Torres, que le costó la expulsión en el encuentro por las Eliminatorias que se disputó en San Carlos de Apoquindo. Tres fechas que lo marginarán de los decisivos duelos frente a Argentina, Bolivia y Brasil, duelos que, en definitiva, determinarán si la Selección clasifica o no al Mundial de Qatar. El mediocampista del Inter de Milán es una pieza clave para la Roja y no es exagerado afirmar que sin su participación las posibilidades del combinado nacional disminuyen. Por esa razón, todos los esfuerzos están puestos en convencer a la Unidad Disciplinaria de la FIFA de que disminuya la sanción.
En ese esfuerzo también se ha involucrado directamente el ex jugador del Barcelona. De hecho, una de las gestiones las realizó directamente: envió una carta de puño y letra a la entidad que rige al fútbol mundial, en la que insiste en que la incidencia por la que se le sanciona es una acción de juego, involuntaria y de la que está arrepentido, una situación que les manifestó al propio Torres y el juez del compromiso, el argentino Fernando Rapallini. Si bien ambos atendieron las disculpas del chileno, en los hechos la conducta del juez transandino fue distinta, pues tipificó como ‘grave’ la falta que cometió el mediocampista, un antecedente vital para explicar la drástica sanción.
Disculpas y arrepentimiento
En su nota a la FIFA, Vidal insiste en que no tuvo la intención de dañar al rival, sino la de disputar el balón. Sostiene que no vio venir a Torres y que esa jugada forma parte habitual del repertorio que despliega dentro del campo. También expone que habló con Torres para manifestarle su preocupación y, finalmente, su arrepentimiento.
La ANFP, en tanto, reúne antecedentes que van de la mano del comportamiento que ha mantenido el Rey en el transcurso de las Eliminatorias. Uno de los conceptos a los que se apelará es, precisamente, la irreprochable conducta anterior del volante. De hecho, hay que retroceder hasta el 12 de octubre de 2012, también en un partido contra Ecuador, para encontrar la otra expulsión en un certamen de esta naturaleza. Esa había sido, además, su segunda expulsión en encuentros a nivel de selecciones. Es decir, no se trata de un jugador violento ni conflictivo en este tipo de encuentros.
En Quilín pretenden acompañar la presentación con la mayor cantidad de apoyos audiovisuales posibles, para certificar que la intención de Vidal no fue otra que imponerse en la disputa del balón por esa vía, tal como lo consiguió muchas veces en sus pasos por Italia, Alemania y España.