A estas alturas, cuesta encasillar a Arturo Vidal en una posición específica de la cancha. La función que cumplió en el partido frente al Alavés, en el que terminó ubicado como defensor central después de la lesión de Clement Lenglet, en los 50′, da cuenta de la polifuncionalidad del chileno, quien en el transcurso de los partidos suele moverse por demarcaciones distintas a las que le asigna el dibujo inicial, en este caso, de Quique Setién.
El Rey encarna la definición de todocampista. Se mueve por distintos lugares de la cancha en virtud de su fortaleza física. No es extraño, incluso, que la recorra de área a área después de recuperar un balón y llegar al sector rival para intentar definir una jugada de ataque. No en vano ha sido catalogado como uno de los mejores jugadores ‘box to box’ de la actualidad.
Vidal ha jugado de casi todo. En el Barcelona, lo ha hecho como puntero derecho en un partido por la Champions, frente al Napoli, acompañando a Lionel Messi y Antoine Griezmann ante la ausencia de Luis Suárez. También ha jugado como carrillero derecho, como en el clásico frente al Real Madrid, en el que completó una línea de cuatro que en el otro extremo tenía a Frenkie de Jong y que en el centro juntaba a Sergio Busquets con Arthur. También fue un eventual enlace, detrás de Lionel Messi en los duelos ante el Eibar y el Betis.
Incluso, más allá de las obligaciones iniciales, en el transcurso de los partidos se ha transformado en un eventual centrodelantero o, en sentido contrario, se ha replegado para complementar a la línea de defensores centrales.
Siempre fue así
La posición de defensor central tampoco le resulta demasiado extraña, pues fue la que ocupó en sus inicios en Colo Colo. Con Claudio Borghi en la banca, fue stopper por ambas bandas. El Bichi incluso llegó a animarse a utilizarlo como líbero también en la Selección, en el duelo frente a Colombia disputado el 11 de septiembre de 2012, en el estadio Monumental. Ese día, los cafetaleros se impusieron por 1-3.
Antes del partido, Vidal había manifestado incomodidad. Borghi, en cambio, defendió la idea incluso tiempo después. “(A Vidal) yo lo ocupaba como líbero o stopper por izquierda. Él a veces necesita de un jugador que lo ordene, Pirlo lo hace muy bien y lo ayuda mucho. Tiene condiciones físicas extraordinarias. No es que no lo vea bien en el mediocampo, pero para mí es un gran defensa más que mediocampista”, manifestó el exseleccionador a una radio argentina en plena Copa América de 2015.
En la etapa formativa, también lució su versatilidad. “Es una de las cosas que tiene Arturo, un plus, la capacidad técnica y táctica para jugar en todos los puestos. Jugó hasta de delantero. Se maneja mucho mejor en el mediocampo y en la parte defensiva, pero tiene toda la voluntad y la capacidad para rendir a nivel alto en otros puestos. Él puede desempeñar cualquier función. En las inferiores era lateral derecho, izquierdo. Jugaba también de volante externo. No recuerdo si de central. En casi todas las posiciones defensivas. Él suple cualquier dificultad con ganas. Ayer mostró eso”, explica Hugo González, uno de los entrenadores que más lo marcó en el Monumental.
Inversión a futuro
El ex defensor del Cacique cree, en todo caso, que la mejor faceta del Rey es en el sector medio. “A mí parecer, si jugaba de líbero no sería lo que es hoy. Porque su capacidad esencial es pisar las dos áreas. La defensa exige más táctica. Arturo no tenía ni la convicción ni las ganas de jugar en esa posición”, describe. “Los hemos hablado y él tiene claras sus capacidades. Y cree que aún le quedan muchos años para seguir como volante. Está entre los 30 goleadores de la liga. A mí me gusta verlo como volante”, refuerza.
Y llama a la cautela en el análisis de la función que ejerció ante el Alavés. “Ayer si bien es cierto jugó de central, iban ganando 5-0. No es que lo estuvieran atacando todo el rato. Hay que ver las condiciones en que se está jugando”, advierte.
Sin embargo, González tampoco ve distante la reconversión futura de su expupilo. “Arturo tiene clara la película. Jugar de central le puede permitir alargar su carrera. Con todos los kilómetros que ha recorrido, llegó a la Luna. En cuatro años más puede jugar de central y hacerlo bien igual. Como central tiene que ser más táctico. No es fácil. Hay que tener timming, movimientos precisos”, concluye.