En todo un acontecimiento se transformó la presencia de Arturo Vidal en el estadio Bicentenario de La Florida. El mediocampista del Barcelona llegó luciendo la camiseta verde del club de su infancia, Rodelindo Román, y acaparó todos los focos en la tarde libre que el seleccionador nacional Reinaldo Rueda le otorgó al plantel de la Roja luego de la dolorosa caída ante Costa Rica en Rancagua.
Acompañado de su representante Fernando Felicevich, el Rey Arturo quiso dar vuelta la página de la triste noche en El Teniente. Como había prometido, aprovechó de acercarse hasta el recinto floridano y vivir en carne propia el duelo en que el club de San Joaquín, ese que lo vio dar sus primeros pasos en el fútbol amateur, enfrentó a Deportes Concepción por los playoffs de la Tercera División B.
Para su pesar, Rodelindo no pudo remontar el resultado del partido de ida de los cuartos de final (1-0 a favor de los lilas) y con el 2-2 de la vuelta se frustró el sueño del ascenso. Animados por casi tres mil forofos que llegaron desde el Biobío, los penquistas seguirán en su travesía por volver a la élite del fútbol chileno y jugarán ante Unión Compañías en semifinales.
Tensión y nervios
Pero la atención estuvo en todo momento enfocada en Vidal porque vivió con nerviosismo y sufrimiento el desarrollo del encuentro. Se puso de pie, gesticuló, alzó los brazos, se tapó la cara, discutió con sus cercanos y lamentó las ocasiones que desperdició su equipo. Vibró también con los goles que adelantaron dos veces en el marcador a los locales, pero no fueron suficientes para lograr la clasificación.
Eso sí, no todo fue padecimiento. Vidal se transformó en el protagonista en las tribunas ya que decenas de niños y fantáticos se le acercaron para pedirle una foto o un autógrafo. En el palco VIP del estadio, el seleccionado se dio tiempo para compartir con amigos, familiares y gente ligada a Rodelindo.
Además estuvo escoltado por sus guardaespaldas debido al continuo acoso de los fanáticos. A la pasada, el bicampeón de América demostró su lamento por la eliminación del conjunto que dirige su ex compañero en Colo Colo, Rodolfo Madrid, aunque también se dio el espacio para bromear.
"Falté yo en la cancha (risas). Triste por el resultado, pero en el fútbol no se puede ganar siempre. Hay que volver a pelear el próximo año para subir", expresó Vidal, que tiene la ilusión de llevar al cuadro de su infancia a lo más alto del fútbol nacional en los próximos años. Un proyecto que lo tiene muy vinculado a las decisiones que toma la gerencia deportiva del club. Nada se hace sin su previa aprovación y continuamente comparte en sus redes sociales el seguimiento que hace.
Celia Punk abandonó rápidamente el estadio Bicentenario, en medio de una ovación generalizada, tras una caótica salida producto de la expectación que generó su presencia.
A tres días del duelo que medirá a la Roja ante Honduras en el Germán Becker de Temuco, evitó referirse demasiado a la caída ante los costarricenses, más allá de recalcar el ánimo del plantel por revertir la mala imagen en el partido ante los catrachos. Por unas horas, al menos, su mente estuvo alejada del complicado presente que vive la Selección.