Arturo Vidal se roba todas las miradas en la goleada del Flamengo por la Copa Libertadores

El reinado de Arturo Vidal en tierras brasileñas no pudo comenzar de mejor manera. El chileno fue recibido como ídolo en el aeropuerto de Río de Janeiro y eso solo fue un aperitivo de lo que viviría más tarde, en el estadio Maracaná.

Recinto donde el Flamengo, equipo por el cual fichará en los próximos días, recibía a Deportes Tolima para disputar el duelo de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores (en la ida habían ganado por la mínima). “Estoy feliz de estar acá. Estamos en conversaciones. Ahora me voy al estadio como hincha de Flamengo y ojalá se gane”, dijo el volante a su llegada a la ciudad del Cristo Redentor. Y sus deseos fueron ordenes.

Es que el cuadro más popular de Brasil no sólo ganó, también vapuleó a la escuadra colombiana e inscribió su nombre en los cuartos de final de la Copa Libertadores. Y cada uno de los siete goles que marcó el Mengao fue celebrado con euforia por el formado por Colo Colo y sus vítores fueron grabados por miles de celulares, los cuales no dejaron de apuntarlo en los 90 minutos del encuentro.

Fueron estos aparatos los que captaron el cariño de la gente para el Rey y las ovaciones que le dedicaron en varios pasajes del compromiso. De hecho, en varias ocasiones, todas y todos los asistentes de la tribuna oficial estaban dándole la espalda a la cancha para seguir cada reacción del ex Inter de Milán y celebraron que el futbolista se tomara un café junto al vicepresidente del Rubronegro; Marcos Braz.

La razón de esta alegría es que pese a que ya hay un pre-acuerdo aún no se formaliza la contratación de bicampeón de América con el Fla. La cual se dará solo una vez que pase los exámenes médicos (se los realiza en la jornada de este jueves) y viaje a Italia para desvincularse del cuadro lombardo.

Por lo mismo, se espera que su presentación oficial se haga el 16 de julio y desde entonces, el oriundo de San Joaquín se transforme en el jugador mejor pagado del Brasileirao, con un sueldo anual de 4 millones de dólares, libres de impuestos. Sin contar, los bonos por incentivos como ganar la misma Libertadores o el título nacional, que lo pueden llevar hasta los 5 millones de dólares.