Arturo Vidal ha salido reforzado en el Barcelona tras el confinamiento. Goles, titularidades, minutos de juego y confianza. Un derroche de talento, pero también de físico y esfuerzo, la cualidad que más se le valora. Detrás de las capacidades que exhibe el volante está de alguna manera otro chileno, Juan Ramírez (42), su preparador físico personal desde hace hace varios años, quien lo mantuvo a punto también durante el encierro.
¿VIdal es trabajo o un físico superdotado?
Arturo ha trabajado desde la formación con muchos preparadores. En el Leverkusen y Juventus terminó de desarrollar su potencial físico. De pequeño, no destacaba principalmente por un aspecto físico, pero sí por su espíritu competitivo, su lucha, no darse por vencido. Aquí el principal gestor de su capacidad es Arturo, su etapa formativa, su preocupación, su desarrollo y su espíritu deportivo.
Usted lo toma en Múnich. ¿Qué le ha aportado a ese derroche físico?
Generamos un triángulo de trabajo, desde el aspecto preventivo como elemento principal. Luego la fuerza funcional en el deporte que realiza. Y después la condición aeróbica, que es la predominante de él y se siente muy bien desarrollándola.
Vidal pasó por Chile, Italia, Alemania y España. ¿Qué diferencias en exigencias físicas tienen estas ligas?
En Italia hay un desarrollo principal desde lo físico y lo táctico. En Alemania hay un aspecto más metodológico, de orden, de trabajo, de buscar el punto de equilibrio de cada futbolista. Buscan lo científico, el desarrollo de las cualidades a partir de distintas evaluaciones y metodologías de trabajo, que van principalmente por un orden. Y acá en España va desde lo principal, que es lo técnico, basado en lo táctico, y finalizan en lo físico.
¿No basta la preparación física de cada club? ¿Para qué un PF personal?
Lo que trabajamos es un aporte más, no tiene relación si ellos entrenan más o menos. El trabajo de Arturo se enfoca en un presente y también en un futuro, para que pueda sostener su carrera por más tiempo y prolongar sus esfuerzos no solo para hoy, sino para el futuro. No es el único futbolista que trabaja con entrenador personal, hay quienes tienen fisioterapeuta y hasta psicólogos. Arturo considera que en su recuperación y entrenamiento es necesario un entrenador personal.
¿Habla usted con el Barcelona?
Sí. Todos los días tengo comunicación con la gente del Barcelona. Me mantienen informado de lo que ha hecho Arturo, los volúmenes de las cargas que lleva en entrenamientos y partidos. Yo también los mantengo informados del trabajo que hace de manera particular. También me pasan los entrenamientos en la mayoría de los casos. Es un trabajo muy profesional. Mantengo constante contacto con el área médica, nutricional y física.
¿Interfiere en temas alimenticios?
Tengo relación con la nutricionista, quien me entrega pautas de alimentación. En casos excepcionales como ahora, de alta competencia con partidos muy seguidos, yo le solicito una minuta y se la hago llegar a la cocinera. Arturo no solo cuenta con un preparador físico, también cuenta con su cocinera, con un espacio para recuperar y máquinas. Está bien abordado desde todas las áreas.
Tras la cuarentena, se vieron jugadores con sobrepeso o bajo nivel. Vidal llegó como un toro. ¿Qué hizo?
El principal gestor fue el mismo Arturo. Luego el club y mi participación desde el aspecto profesional. Teníamos una rutina que iba de dos a tres sesiones diarias. En 52 días de confinamiento, Arturo hizo más de 63 entrenamientos. Entrenaba de lunes a sábado y las sesiones iban de 45 minutos a una hora. De manera disciplinada, empezaba a entrenar a las 8.00 y terminábamos a las 9.30 o 10.00. Luego descansaba en su cámara hiperbárica, almorzaba, descansaba, hacía cosas con sus amigos en casa, y volvíamos a entrenar a las seis de la tarde. Cuando hacíamos tres sesiones eran a las 8.00, 16.00 y 20.00 horas. Así durante cincuenta y algo días. Se desarrolló un trabajo de la mano con el club.
¿Usted lo dirigía presencialmente?
Sí, estaba con él todos los días. Vivo cerca, a cinco minutos. En ocasiones tengo mi habitación en su casa y me quedo ahí cuando se requiere.
Como en la cuarentena.
Sí, la mayoría de las veces.
Hasta hizo un challenge, el de los 10 kilómetros. ¿De quién fue la idea?
De Arturo. Empezó a hacer un trabajo de tiempo en donde recuperaba y yo le exigí que esa recuperación fuese a una velocidad. El tema fue que él empezó a recuperar a una velocidad muy alta y a hacer el trabajo a una velocidad mucho más alta. Cuando vio que llevábamos una buena distancia en un breve tiempo me pidió continuar hasta los 10 kilómetros. Lo hizo en 38 minutios, y pudo incluso haberlo hecho sin ningún problema en 35. Recuperaba a una velocidad de 18 o 17 kilómetros por hora, muy alta para sostenerla dos minutos y después en 23 kilómetros por hora, cuatro a cinco minutos.
¿A qué velocidad puede llegar Vidal?
Luego de cada partido y entrenamiento, nos entregan velocidades, distancias e intensidades en las que trabaja. Es muy relativo, porque puede superar los 30 kilómetros por hora en un partido, pero no son largas distancias. Lo importante es sostener largas distancias a altas velocidades. El volumen de velocidad a alta distancia es importante en los futbolistas. Muchos creen que correr más es muy importante y no, lo que es importante es correr más a alta intensidad. Hoy en día Arturo ha logrado correr más a alta intensidad que correr más distancia en un partido.
¿Y en el peso y la grasa corporal?
Arturo está en un estado de forma perfecto, un peso ideal de acuerdo a lo que se puede exigir en su capacidad. Tiene porcentajes perfectos de grasa y de masa muscular, que le permiten mantenerse bien y no lesionarse.
¿El ADN Barça exige físico o se mide solo en técnica?
Sobre eso del ADN Barça... Arturo se ha desarrollado en tres de las ligas más competitivas de Europa y en todas ha destacado. Puede golpear con sus dos piernas, tiene remate, cabezazo, recuperación, buena entrega de balón, una técnica espectacular. Uno afina su mirada en el aspecto físico, pero tampoco puede desconocer las cualidades técnicas que tiene. Tiene ADN Barça para dar, regalar y compartir por mucho tiempo más.
¿Cuánto le queda a Arturo Vidal?
Es difícil dar una fecha exacta hasta cuándo Arturo pueda declinar su carrera a otro nivel competitivo. Hoy con 33 años se mantiene en la élite y siendo importante. Así como va y se cuida, como lleva su carrera y su vida profesional, efectivamente podemos esperar que tenga mucho tiempo más de carrera futbolística. Si el físico y las lesiones le permiten mantenerse a este nivel, a Arturo no solo para la Roja, sino para competir en ligas importantes, le queda suficiente tiempo.