Fue un día histórico en el que Universidad de Chile se sacudió los fantasmas y quebró el maleficio del Monumental. Atrás quedaron las mufas y los años de derrotas, en una jornada que permanecerá dentro de las ánforas azules, marcada por una serie de imágenes irrepetibles. Por ejemplo, una de ellas es el gol de Israel Poblete, que se tradujo en el fin de la mala racha en los Superclásicos. Otra fue el reencuentro entre Arturo Vidal y Marcelo Díaz, después de varios años. La última vez que habían coincidido en una cancha fue en agosto de 2017, cuando la Roja perdió ante Bolivia por Eliminatorias.
Ahora, ambos militan en el fútbol criollo. Los volantes, que retornaron a los clubes de sus amores como referentes y estrellas consolidadas, se saludaron fríamente minutos antes del inicio del cotejo, en el que Carepato salió como vencedor. Solo se dieron un protocolar choque de manos. Nada de abrazos, ni menos palabras de buena crianza al inicio del cotejo.
En la previa, el capitán de la U se encargó de aclarar las especulaciones que hablaban de una mala relación entre los dos: “Yo no he tenido ningún roce con él, ni afuera ni adentro, esos son solamente inventos de no sé quién”, indicó. Y si bien según el jugador azul no hay diferencias entre sí, no es una novedad que hayan terminado distanciados después de la eliminación del Mundial de Rusia 2018.
Vidal, en tanto, previo a su llegada al Cacique, felicitó a los azules por la contratación del volante y realizó una advertencia: “Estuvieron bien... ¡Hasta que volvió a su casa!”, indicó. “Si llego a Colo Colo, le haré la pelea en los clásicos, porque los vamos a masacrar a todos”, complementó en diciembre pasado.
Vidal, disminuido
A pesar de que se encargaron de despejar las dudas sobre una posible rivalidad, ambos protagonizaron un crucial duelo en el mediocampo. Eso sí, tuvieron circunstancias distintas.
Vidal llegó apenas y se notó. El volante salió lesionado ante Godoy Cruz y se cuidó específicamente para llegar al Superclásico. Se perdió el duelo ante Huachipato e incluso el cotejo de Copa Libertadores contra Sportivo Trinidense. “Con la U no me quedo fuera”, advirtió en ese momento.
Y cumplió, pero no como esperaba. El Rey llegó, aunque a media máquina. Se vio notoriamente disminuido en lo físico, sobre todo en el primer tiempo, donde fue ampliamente superado, tal como todo el cuadro albo. También, intentó poner mesura. De hecho, en el primer encontrón del partido, se metió a calmar a Zaldivia y Carlos Palacios. No obstante, la parsimonia fue destruida por la intensidad azul.
Vidal estuvo errático, lento y falto de ritmo. No fue el emblema que todos esperan que sea. En el complemento mejoró junto con el equipo, pero no fue trascendente. Para remate, Colo Colo sucumbió en el Monumental tras 23 años y por primera vez en más de una década.
A pesar de estar mermado, jugó todo el encuentro. Jorge Almirón desistió de sustituirlo y los elegidos fueron otros. Él quería estar a como dé lugar. No obstante, tuvo un rendimiento pálido. Derechamente, jugó mal. En números, según Sofascore, el oriundo de San Joaquín tuvo 84 toques y un 72 por ciento de efectividad en pases (47 de 65). Realizó un tiro fuera, un despeje y ganó 9 de 17 duelos. Cometió dos faltas y recibió seis, mientras que perdió la posesión en 21 oportunidades. Este último es un ítem que refleja la poca contundencia que tuvo.
Algunas materias no arrojan un desastre, sin embargo, fue ampliamente sobrepasado. El primer tiempo, el triángulo de volantes azules ganaron el duelo ante los albos. En el complemento, en tanto, el Cacique no logró penetrar el fortín que permitió el triunfo universitario.
De todas formas, Vidal le bajó el perfil al triunfo azul. “Siempre ha sido más importante ese compromiso que este partido, porque eso nos va a llevar a la fase de grupos de la Libertadores, donde queremos devolver a Colo Colo a lo más alto del concierto internacional”, indicó tras el duelo. “Lo de la racha es para la gente y para ustedes -los periodistas- que hacen esas cuentas, porque si no sales campeón, no sirve de nada. Creo que Colo Colo debe ganar todos los partidos, pero lo que exigen acá es ser campeón y a eso debemos apuntar”, sentenció.
Díaz, capitán de la victoria
En la vereda del frente se vivió una jornada totalmente diferente. Si bien Marcelo Díaz no brilló ni gravitó mayormente en el juego, su presencia marcará la epopeya de un equipo que cambió de chip y de actitud. Esto se notó, por ejemplo, en la confianza entregada por el capitán, que activó un diálogo permanente con sus compañeros y procuró brindarles la creencia de que romperían la racha.
Díaz fue al sorteo como capitán azul junto a su par albo, Esteban Pavez. En la ceremonia pudo observarse una peculiar jineta, que ya ha usado y que contiene mensajes autorreferentes. “De Padre Hurtado a la galería y de la galería a la gloria”, consigna el brazalete, además de mostrarlo en una imagen de festejo, alzando un zapato.
El mediocampista estuvo más acertado que Vidal en el mediocampo, al menos, durante la primera mitad y le entregó algo más de equilibrio a su elenco. Por otra parte, asumió el liderazgo de un equipo carente en esta faceta. “Vamos a ir al Monumental a ganar porque tenemos una sola misión que la hemos venido preparando desde que arrancó la semana”, señaló, con seguridad, eb la previa.
Aunque también puso mesura sobre su imagen: “Yo sigo insistiendo que no soy un superhéroe, para nada. No me creo ni más ni menos de lo que soy, cada jugador es responsable de su rendimiento y yo por lo menos soy responsable del mío. Lo que pueda suceder el domingo solamente se verá adentro de la cancha”, indicó.
Carepato tuvo un recibimiento hostil en el Monumental. Fue el más pifiado y abucheado junto a Zaldivia. Sin embargo, se mostró con templanza. Su confianza se notó. De hecho, se rió a lo largo de todo el partido con una mirada desafiante y fue el comandante del triunfo azul.
Díaz disputó 83 minutos, en el que tuvo que ser retirado en camilla por los dolores musculares, y tuvo 32 toques, la mayoría en el primer tiempo, pues en el complemento la U se volcó en materia defensiva. Ganó dos de tres duelos y perdió el balón ocho veces. Además, tuvo un remate fuera y realizó dos entradas.
Finalmente, abandonó el recinto de Macul protegido por la seguridad, que le puso sombrillas para evitar los proyectiles que eran lanzados desde las tribunas: “Se acabó todo, faltaba esto. Hay que celebrarlo y dedicárselo a toda la gente de la U, que sobre todas las cosas, siempre estuvo con nosotros, siempre nos apoyan y no dejan de creer. Este es el sentimiento de la U”, comentó tras el fin del duelo.
Una vez finalizado el encuentro, mientras los azules se retiraban del Monumental, tres hinchas de Colo Colo se acercaron a Marcelo Díaz a pedirle que se grabase en modo de selfie. Le entregaron el celular y el campeón de América no tuvo problemas en acceder a la petición. En la U, a esa altura, todo era una fiesta.