No era todo tan perfecto en la capital de Perú. La noche del miércoles, el estadio Monumental de Lima, que albergará la final única de la Copa Libertadores entre Flamengo y River Plate, fue asaltado por delincuentes, quienes robaron cientos de herramientas tecnológicas que son propiedad de las empresas Backtrack Meneses y Telecomunicaciones y Ares Solutions.

En total fueron 119 radios portátiles, 65 baterías, 90 cordones intercomunicadores, 3 cargadores libres y 35 equipos lavalier (micrófonos y audífonos portátiles).

Todavía no se ha publicado ninguna versión oficial sobre el acto delictual y se desconocen aún a cuánto asciende el monto de las pérdidas.

Justamente ese día el presidente de la Conmebol Alejandro Domínguez había declarado que desde un comienzo debieron elegir Lima, en lugar de Santiago: "Avanzamos en once días lo que nos había costado más de once meses", dijo el dirigente paraguayo. El Ministerio del Deporte reaccionó ante las acusaciones: "Se refería a que no aceptáramos financiarles una fiesta de 40 millones?".