El fútbol noruego no goza del mejor de los presentes. Ni su selección nacional ni sus clubes tienen campañas descollantes a nivel internacional. Se trata de una competencia de segundo o tercer orden en Europa. Por lo mismo, que un entrenador de esa nacionalidad asuma en uno de los clubes más poderosos es noticia nacional. Si hasta la primera ministra, Erna Solberg, tuiteó acerca de la asunción de Ole Gunnar Solskjaer (Kristiansund, 1973) en la banca del Manchester United. Conocido como "el asesino con cara de niño", por su notable poder goleador cada vez que entraba a la cancha, el exdelantero se transformó en el bombero de los Diablos Rojos, tras la partida de José Mourinho.

Es la apuesta de la dirigencia para darle aire a un club que mira desde lejos la vanguardia de la Premier League. Tiene espalda para aquello, porque es un hombre de la casa. "Llevo al Manchester United en el corazón y es genial volver para ocupar este puesto", mencionó cuando asumió.

Su registro como jugador en el club muestra 366 partidos y 126 goles (entre 1996 y 2007), pero hay uno que lo marcó para siempre, tan agónico como relevante: el tanto del título de la Liga de Campeones de 1999 en el Camp Nou, para vencer al Bayern Múnich. Ahí pasó a ser inolvidable.

Es del riñón de sir Alex Ferguson, tanto así que luego de su retiro (en 2007) trabajó junto al estratega entrenando con los delanteros del primer equipo para la temporada 07-08. Su primer paso como DT fue en el equipo reserva del United, formando a jugadores como Jesse Lingard y Paul Pogba. Ganó cinco copas y en 2010 da el salto hacia la primera división, pero en su país, para dirigir al Molde. Le fue bien, obteniendo dos títulos de liga (2011 y 2012) y la Copa de Noruega en 2013. Donde no lo pasó igual fue en el Cardiff City. No pudo evitar el descenso de los galeses en 2014. "Ver a Solskjaer tratando de salvar al Cardiff era como ver a un perrito tratando de subir un árbol", calificó el periódico The Times su estadía.

En su minuto fue calificado por la prensa europea como un entrenador "inteligente y moderno", además de ser más ofensivo que Mourinho. "Gracias a su historia en Manchester, vive y respira nuestra cultura", señaló el director ejecutivo del equipo, Ed Woodward. Ese mismo nexo entre Solskjaer y la institución se vio reflejado el último miércoles, cuando debutó en Old Trafford en su rol de DT. Recibió aplausos de los hinchas y se vieron varios lienzos a su favor, como por ejemplo "20LEGEND", jugando con su histórico dorsal y su nombre.

De momento, su estancia en la banca de los Diablos Rojos tiene evaluación positiva porque los resultados acompañan: dos victorias en igual cantidad de juegos (al Cardiff y al Huddersfield Town) y ocho goles a favor. Cierran el año recibiendo al Bournemouth.